Orgullo de Interprofesión
Este artículo va de orgullo por la existencia de estas interprofesiones y de reconocimiento del valor de una generación de dirigentes del sector con valentía y empuje.
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La noticia es conocida y ha sido recogida por toda la prensa especializada y parte de la prensa general. HORTYFRUTA, la Organización Interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, ha declarado la situación de “alerta roja” de crisis para la berenjena larga/negra y prohibida la comercialización de las segundas categorías.
Algunos se preguntarán cómo es posible que una entidad privada pueda tomar una decisión como esta, en contradicción clara con las reglas del derecho de la competencia. La respuesta es que: ¡Si se puede! Y que esto se llama “extensión de normas”.
Los Tratados europeos consolidan una excepción agraria al derecho de la competencia. Para cumplir los objetivos marcados por los Tratados, entre ellos asegurar precios razonables al consumidor y una renta digna a los productores. La extensión de normas y las interprofesiones son dos muestras claras de aplicación de esta excepción.
Algunos dirían, seguramente con razón, que ya este Paranoico está contando “las batallas del abuelito”, pero espero que vengan a cuento. El conseguirlo no fue fácil, el mantenerlo en la legislación a lo largo de las distintas reformas de la Política Agraria Común (PAC) tampoco. El desacuerdo y el descontento de los ayatolas del derecho de la competencia ha sido constante y son numerosas las ocasiones en las que intentaron acabar con ello, o imponer condiciones prácticas que vacían de contenido efectivo la disposición reglamentaria.
Por supuesto que hay condiciones que se deben respetar, tanto en cuanto a la representatividad de las interprofesiones como en las condiciones de mercado que se deben cumplir para que la Interprofesión solicite la extensión de normas, pero se consiguió mantenerlas en el ámbito de lo razonable y factible, como lo demuestra la decisión recientemente adoptada que comentamos.
Uno de nuestros mayores éxitos iniciales en estas batallas, siempre puesto en entredicho, fue la Comunicación en 1990 de la Comisión al Consejo sobre las organizaciones y acuerdos interprofesionales en la agricultura. En puertas de la reforma Mac Sharry que iba a representar el inicio del fin de la intervención sistemática de la Comisión en los mercados agrarios, la Comisión anunciaba que las reformas de la PAC no debían representar la sustitución del orden en los mercados agrarios por el caos sino la emergencia de una gestión substitutiva por los propios productores en la que las interprofesiones debían desempeñar un papel creciente.
Más recientemente, en las dos últimas reformas de la organización única de mercado, con el empuje por parte (entre otros) de la Comisión del Comisario Ciolos y por parte del parlamento Europeo de Michel Dantin, se ha ido consolidando esta figura.
Claro que no basta con que los textos reglamentarios lo permitan. Hace falta un equipo de responsables en el sector con la valentía y el empuje suficiente para transformar esta herramienta potencial en una decisión efectiva.