La crisis de las frutas de hueso
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Esta campaña ha sido una mala campaña para la fruta de hueso. Los precios percibidos por los agricultores no han sido satisfactorios. COAG señalo por ejemplo que los agricultores estaban recibiendo 40 céntimos por kilo mientras en una cadena de distribución nacional pudieron ver melocotones Premium a 6,95 €/kg . Digamos lo claramente, esta campaña ha habido mucha producción y de pequeño calibre..
En todo este marasmo, se ha producido unas buenas noticias: La Comisión Europea ha ampliado en 19.550 toneladas, los cupos de retirada del mercado de fruta de hueso, que se suman a los cupos existentes previamente y a las cantidades ya retiradas esta campaña. Es el resultado, a pesar de las fechas veraniegas, de un buen trabajo conjunto de la Administración española y del sector, saludado como se merece. Son 19.550 buenas noticias pero no resuelven los problemas de fondo del sector.
La fruta de hueso es una producción complicada comercialmente hablando. Su consumo ya lo hemos visto, depende de unas condiciones climatológicas impredecibles; hay colisión en las temporadas de comercialización de los principales Estados miembros productores (Francia, España, Italia y Grecia) y han solapamiento entre las zonas productoras españolas. Por lo menos esta vez, no podemos acusar a las importaciones de países terceros de ser responsables de nuestros problemas. Como en el caso de las uvas de mesa, nos bastamos los europeos solitos para hundir nuestros propios mercados.
El Ministerio, y hay que agradecérselo, se ha declarado abierto a discutir con el sector que medidas estructurales se puede pensar para el lado de la producción. Pero serán inútiles sin un cambio de chips en el sector.
Como señala el Consejero de agricultura de Aragón, Joaquín Olona, “el problema no es tanto (yo habría dicho no es solo) la sobreproducción, sino la insuficiencia de estructuras comerciales”.
COAG afirma “que la fluidez del mercado, es decir, la fuerte demanda que existe en estos momentos, está obligando a los comercializadores a vender sin precios ni contratos a las cadenas europeas.” No lo entiendo. Si hay una fuerte demanda, esto refuerza la posición comercial del vendedor y. por lo tanto, su capacidad de defender el precio.
Si, a pesar de la fuerte demanda (ligada a la ola de calor que ha sacudido toda Europa este verano), las comercializadoras han vendido mal, tiene razón mi amigo Joaquín Olona. Algo huele a podrido en el reino de Dinamarca.
Efectivamente ha sido una mala campaña, aunque sin querer entrar en polémicas, estoy absolutamente convencido que una inmensa mayoría de los productores de Aragón y Cataluña (el grueso de la producción española) se darían con un canto en los dientes para poder cobrar los 40 cts/kg que se citan en el artículo, al mismo tiempo que los 6,95€/kg de precio de venta de un melocotón “Premium” está absolutamente desfasado de la tónica general del precio que el consumidor ha pagado durante el verano.
Desde mi punto de vista, la ampliación en 19.550 toneladas de los cupos de retirada del mercado de fruta de hueso, es buena noticia desde el punto de vista del buen trabajo de las Administraciones y de Entidades del sector que han conseguido que la Comisión Europea lo aprobara en plenas vacaciones. Pero es muy mala noticia, primero por tener que acudir a ese mecanismo de ayuda, y segundo porque se ha quedado a la mitad de lo que se considera necesario.
Un sector que desde la vertiente de la oferta, crece entre un 10 y un 15% anual, mientras que su demanda permanece prácticamente estable, tiene un gravísimo problema estructural, habida cuenta de que los precios desde hace años no son retributivas para el productor. Y además, es evidente que un sector cuyo proceso de comercialización se inicia sin valorar su materia prima –la fruta, en este caso- empeora todavía más esa dificultad estructural. Discrepo sobre que el problema sea la insuficiencia de estructuras comerciales, puesto que es la inexistencia de un precio en origen la causa que la eficiencia, eficacia y competitividad de las actuales estructuras comerciales se vean eclipsadas por la competencia que ellas mismas se hacen en origen inmolando el precio que debe de recibir el productor.
El actual sistema de resultas con posterior liquidación al productor, una vez finalizada la campaña, ni pone un precio al agricultor ni pone freno a las entradas a la central. A mi modo de entender, mientras no se aplique un precio de referencia en origen a una oferta, -que además es excesiva en determinados momentos de la campaña-, no habrá ninguna estructura comercial capaz de asegurar un precio digno para el productor, lo que comportará el obligado abandono del sector, hasta que oferta y demanda vuelvan a equilibrarse de nuevo.
La información que das, contrariamente a lo que nos tienes acostumbrados, no ers exacta, puede ser un gazapo o que COAG te haya dado mal la cifra. El melocotón amarillo se está vendiendo de 18 a 20 cts de euro y el de plaza entre 12 y 15 cts que, descontados los gastos, se quedará en sobre 17 cts el primero y 12 cts el de plaza.
Tenemos un problema grave, en eso coincido plenamente contigo, en la deficiencia de las estructuras comerciales en fruta. Desde la Consejería se hace notar esta deficiencia, pero no se ha hecho nada en concreto para intentar solucionarla. sobran diagnósticos y faltan iniciativas en la Administración y por supuesto, en el sector.