El embargo ruso y el mes de agosto

No voy a utilizar esta primera entrega del blog a la vuelta del verano para explicar lo que paso este mes de agosto, el embargo ruso y las iniciativas que adoptó la Comisión Europea para hacer frente a las consecuencias para el sector hortofrutícola. Las noticias son conocidas y si no lo son, para eso están las hemerotecas.

Quiero en cambio aprovechar la ocasión para explicar un poco más cómo funcionan en la práctica las instituciones europeas, cómo se cuecen las cosas dentro de esta casa. Para ello, nada mejor que seguir el debate que en Twitter he tenido (@Tgarciaazcarate).

@iagronomia es una cuenta muy interesante cuyo seguimiento es más que recomendable. A mí me es muy útil. Desgraciadamente no sé quién está detrás de la cuenta pero es alguien bien informado, trabajador y comprometido seriamente con el campo, con los agricultores. A esto hay que sumarle una punta de indignación ante las injusticias que estamos viendo día tras día con la crisis económica y la manera con la que nuestras élites la están intentando gestionar y comunican lo que hacen. Los que me conocen saben cuánto comparto también estos valores aunque haya decidido personalmente que mi cuenta Tweeter sea únicamente una cuenta sobre política agraria y europea.

Todo empezó con el Tweet siguiente, el jueves 14 de agosto:

A esto le respondí:

¡Te has pasado 4 pueblos! Espera a la semana que viene antes de condenar

Su respuesta fue contundente:

A esto le respondí:

Justamente hemos vuelto todos, desde el Comisario a las secretarias pasando por el Director general, para hacer frente a la urgencia. En otro Tweet añadí:

Está siendo una verdadera prueba de fuego para saber si funcionan o no los nuevos mecanismos de crisis (instaurados por la reforma Ciolos de la PAC).

Su respuesta no se hizo esperar:

Mi respuesta fue un poco más optimista. Ya saben, tuve una infancia feliz:

Espero quede alguno vivo a mediados de semana que viene. La rapidez es importante. Esto sí que es una crítica sensata.

El lunes 18 de agosto se produjo otro interesante intercambio de Tweets:

Prudente y acertada evaluación. Los cítricos, ya veremos más tarde. Los problemas de hoy son los de hoy.

A rio revuelto, ganancia de abusadores. Si sigue la situación cuando empiece la campaña y hay que actuar, se actuará

¿Y cómo se calcularía la indemnización por daños colaterales?

Estamos hablando de dinero de los contribuyentes y/o de recortar las ayudas a otros agricultores. El rigor es necesario.

Espero que no estés criticando a aquellos que intentan hacer su trabajo de servidor público con rigor y responsabilidad?

Estos largos intercambios de tweets me permiten hacer 9 reflexiones que espero sean de interés para Ustedes:

1. La indignación y la ira son legítimas. Su expresión gana fuerza cuando va unida a la moderación en las formas y las expresiones. Los líderes de Podemos, profesores de comunicación política, son maestros en expresar opiniones firmes de una forma pausada, lo que multiplica su impacto.
2. Las cosas de palacio van despacio, aún más en esta casa donde son 28 Estados miembros, es verdad unos más que otros, los que tienen voz y voto. Esto de «¡EUROPA NO TIENE NI PUTA IDEA DE DONDE SE HA METIDO!» demuestra que el que lo escribe o es poco prudente o sabe poco de cómo funciona Europa.
3. El desprecio a los demás no es buen consejero. No me ha tocado a mí esta vez gestionar directamente esta crisis. Es verdad que muchos estaban de (merecidas) vacaciones pero la Comisión ha organizado turnos de manera que siempre hay capacidad decisoria. Además, cuando nos enfrentamos a una crisis mayúscula como esta, se llama de vuelta a todos aquellos necesarios para enfrentar la situación interrumpiendo sus (merecidas vacaciones).

En muchos casos, no hizo ni falta llamarles. Por sentido de la responsabilidad se presentaron a trabajar por iniciativa propia. No estoy hablando únicamente del Comisario o del Director General,  estoy pensando también en funcionarios de a pie.

Lo de denigrar a los «funcionarios» es un recurso frecuente, fácil pero injusto y muy desgraciado. Es una osadía poco justificable en este (como en otros muchos) casos.

4. Las medidas se han tomado con gran rapidez. Además, se ha anunciado su carácter retroactivo lo que es una situación extremadamente rara y excepcional, como lo es la situación con la que nos enfrentamos.

Antes de que la Comisión Europea pueda actuar, hace falta un análisis serio de la situación, una evaluación del coste posible de las distintas medidas y convencer luego a una mayoría cualificada al menos (a todos si posible) de los Estados miembros para que apoyen la medida. Muchos de estos Estados miembros están, también afectados por el embargo pero no son grandes productores de frutas y hortalizas.

Hay que convencerles no solo de que hay que actuar (esto es lo más fácil) pero que hay que hacerlo con otros productos y otros productores que los suyos porque son hoy prioritarios. Para esto, debemos disponer de un análisis y una evaluación seria de la situación.

5. Son medidas para unos pocos meses, es verdad. La situación es muy cambiante; Son medidas de urgencia pero no serán ni las últimas ni las únicas si la situación sigue estancada en un futuro.
6. No contemplan el caso de los cítricos, es verdad. La campaña no ha empezado todavía, no sabemos cuánto van a ser los aforos de producción ni la situación de mercado. Es verdad que algunos están pescando en aguas revueltas y presionando a la baja los precios al productor. Incluso algunos hablan de precios por debajo del coste de producción, en inicio de campaña.

Si se salen con la suya, es porque hay gente que les vende. Lo que no puede la Comisión en situación de crisis aguda es suplir a la falta de organización de los productores. Cada palo que aguante su vela.

7. El dinero no cae del cielo. Es fruto de los impuestos que todos los ciudadanos europeos pagamos y su uso debe ser sometido a reglas estrictas y rigurosas. El hecho de que en otras partes cuezan habas, no es razón para también en este caso derrochar.
8. Además, por el mecanismo de estabilización presupuestaria, si la crisis persiste habrá de utilizarse la reserva de crisis alimentada por un recorte de las ayudas directas a los agricultores. Es decir que le estamos pidiendo al resto de los países y agricultores europeos (los alemanes por ejemplo) que se solidaricen con los países y productores de frutas y hortalizas (los españoles por ejemplo) y acepten cobrar menos ayudas directas para echar una mano a otros agricultores. Esto no es «COSER Y CANTAR».

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