De pagos directos y de Eco-esquemas
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Ya El Paranoico ha abordado el tema repetidas veces en estas páginas, pero a medida que nos acercamos al final de la negociación, el nerviosismo y la tensión aumentan.
Muchas superficies de frutas y hortalizas recibían ya una ayuda por hectárea. Empezó en todos los nuevos Estados miembros, algunos de los cuales como Hungría o Polonia, son grandes actores en el mercado que entraron en el sistema desde el primer día.
Luego, en los “viejos” Estados miembros, a medida que el famoso hoy “proceso de convergencia interna” se realizaba, se borraban las referencias y los derechos “históricos”, y las hectáreas plantadas de frutas y hortalizas entraron en el sistema.
También en España, ya hoy muchas superficies de frutas y hortalizas benefician ya de una ayuda a la hectárea. Las primeras fueron aquellos que estaban totalmente (como el tomate para industria) o parcialmente (como los cítricos que podían mandar a transformación) integradas en los mecanismos de apoyo a las frutas y hortalizas transformadas del “antiguo” régimen.
Luego, aunque no generaron ni referencias ni derechos históricos, al ser “cultivos elegibles”, antiguos agricultores que si tenían por sus referencias históricas derechos los pudieron activar con frutas y hortalizas.
La exclusión se hacía cada vez más difícil de mantener. El mundo, la agricultura española de hoy tiene poco que ver con la del 92 (reforma Mac Sharry), ni siquiera con la del 2003 y 2004 (reforma Fischler). Las referencias y los derechos históricos chirrían por los cuatro costados, y las frutas y hortalizas son uno de ello.
Pero lo que transforma la situación de “insostenible” a “simplemente imposible” es la nueva figura de los Eco-esquemas prevista por la PAC que viene. Para muestra bien vale un botón. Tomaremos como ejemplo dos de ellos.
Uno de los Eco-esquemas previsto, que hasta ahora ha estado fuera de las múltiples controversias y ha disfrutado de una practico unanimidad” es el Eco-esquema 7: Prácticas para la mejora de la conservación del suelo mediante cubiertas vegetales vivas en cultivos leñosos. Nadie discute que el mantenimiento de una cubierta vegetal que evite el suelo desnudo durante largos periodos de tiempos, protege el suelo, ayuda a acumular y conservar la humedad, bien gestionado mejora su contenido en materia orgánica, favorece la biodiversidad… Pero para que una hectárea pueda participar de un Eco-esquema, tiene que estar integrada plenamente en el sistema.
Otro Eco-esquema es el 9: Prácticas para la mejora de la biodiversidad. Este prevé, entre otros, la promoción de márgenes multifuncionales e islas de biodiversidad en tierras de cultivos y cultivos permanentes.
¡Que nadie eche las campanas al vuelo! No estoy en el secreto ni de los Dioses ni del Ministerio pero, como decía et añorado Manuel Vazquez Montalbán, no tengo más argumento que la más absoluta evidencia. La ayuda que nos corresponderá será modesta y sin común medida con los gastos necesarios para sacar adelante el cultivo. Pero, como bien saben los cerealistas, un grano no hace granero pero ayuda al compañero.
Lo fundamental, lo esencial, es que el esfuerzo que el sector hortofrutícola español va a tener que hacer (como todos los sectores económicos de la agricultura y de fuera de la agricultura, como vamos a tener que hacer los ciudadanos y los consumidores, los padres de familia y los abuelos…) va a poder contar con el cariño presupuestario de la Unión Europea.