Así lo indican los datos sobre inflación (IPC) publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan en el cuarto y el quinto mes del año que la alimentación se encareció un 4 y un 3,5 %, respectivamente, mientras que en junio el repunte se suavizó y se situó en el 2,8 % y, en julio, en el 2,2 %.
El incremento anual del 2,2 % en agosto se debe sobre todo a que el aumento del precio de las frutas frescas (+10,9 %), azúcar (+7,9 %) y carne de ovino (+7,2 %); las patatas y sus preparados (-4,8 %) y aceites y grasas (-4,0 %) fueron las únicas categorías con valores negativos.
En tasa mensual, los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas crecieron levemente en agosto (+0,1 %) respecto a julio, en gran medida por el repunte de la carne de ovino (+2,2 %) y de la carne de ave y del pescado fresco y congelado, cuyo valor aumentó un 1,2 %.
Respecto a julio, solo bajaron los precios de la fruta fresca (-1,6 %); patatas (-0,5 %); aceites y grasas (-0,4 %) y los del pan, carne de vacuno, agua mineral, refrescos y zumos (-0,2 %).
En el caso de las bebidas alcohólicas y el tabaco, la subida fue del 0,5 % en tasa interanual, y se mantuvo sin variaciones (0,0 %) en la mensual.