Aumenta el uso de control biológico de plagas en Extremadura

La utilización de medios «más naturales», como hongos, insectos o feromonas sexuales se está imponiendo poco a poco a los fitosanitarios en la lucha contra las diferentes plagas que afectan a los cultivos extremeños, una problemática que ha acompañado a la agricultura a lo largo de su historia.

Así lo ha indicado la jefa del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Guadalupe Espárrago, con motivo de la inauguración en el Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento regional de la muestra «Bichos, mangrias y otras sabandijas. Los enemigos de nuestros cultivos», que podrá verse hasta mediados del mes de febrero.

La exposición está compuesta por catorce paneles explicativos, donde se repasan diferentes plagas que sufren los cultivos, así como instrumental que se ha utilizado en su lucha, trampas, bibliografía o algunos ejemplares, como una colección de escarabajos peloteros realizada en 1981 por unos investigadores australianos en Extremadura.

La muestra se centra principalmente en las plagas y enfermedades padecidas por los cultivos de secano, como la langosta o el pulgón, también que la sufre la dehesa como La Seca de la encina y otras como las plagas de pájaros, los gorgojos de los graneros o las malas hierbas.

Guadalupe Espárrago ha explicado que en la lucha contra las plagas se están incorporando nuevas técnicas de control, que ya no solo se basan en las fitosanitarias, sino que abogan por lo natural y técnicas de mejora vegetal.

No obstante, ha reconocido que muchas veces son difíciles de encontrar técnicas de este tipo que sean asequibles al bolsillo del agricultor, y se opta por la utilización de los fitosanitarios «cuando no se tiene otra cosa», ya que, según ha dicho, el agricultor extremeño «es muy responsable en su aplicación».

El coste de los productos para luchar contra las plagas corre a cargo del agricultor, salvo en aquellos casos en los que se trate den una nueva o la de la langosta, ya que afecta a una gran cantidad de superficie en la región -400.000 hectáreas- y si no se controla en su origen se puede trasladar a núcleos urbanos, zonas de regadío o de alto valor ecológico.

También se ha referido al problema que representan especies invasoras como el camalote , el picudo rojo el nematodo del pino, que requieren una lucha continua.

En el acto inaugural, el secretario general de la consejería, Ernesto de Miguel Gordillo, ha señalado que desde siempre el agricultor ha estado preocupado por la buena marcha de sus cosechas y la lucha contra aquello que la perjudique, de ahí la amplia bibliografía existe sobre las inumerables acciones que se han puesto en marcha para luchar contra sus males.

Además, el peso que la agricultura tiene en la economía extremeña hace que la defensa de los cultivos sea «un serio compromiso» para cualquier institución y por tanto su apuesta por la investigación y la formación de sus profesionales en este trabajo.

Por ello, el principal objetivo de esta exposición es contar «la historia de la lucha contra los enemigos de nuestros cultivos», según el secretario general, que espera esta muestra pueda llegar al máximo número de localidades.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Parlamento, Consuelo Rodríguez Píriz, ha explicado que esta muestra refleja como la agricultura es una actividad que ha acompañado al ser humano en su evolución y como éste ha tenido que utilizar su ingenio para enfrentarse a situaciones adversas.