Un ecosistema natural para plagas e insectos auxiliares. BIOMIP
La empresa BIOMIP, como parte de una oferta innovadora para el control biológico, ofrece al sector de las berries crear un ecosistema donde plagas e insectos auxiliares convivan. Así nos lo mostró el técnico agrícola de El Pilonar, Ismael Jarillo.
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Casi la totalidad de las 1.470 hectáreas de arándanos que se cultivan en Huelva están en Doñana, o muy próximas a este parque, de ahí que el empleo del control biológico de plagas sea más que un valor añadido, casi una obligación. En este sentido, existen hoy en el mercado muchas empresas que ofrecen insectos auxiliares, pero no tantas las que, además de esa fauna, ofrecen un sistema de gestión de la misma eficaz, competitivo y duradero en el tiempo, como es el caso de BIOMIP.
Así lo hemos podido comprobar en la empresa El Pilonar, donde llevan ya cuatro años trabajando codo con codo con BIOMIP. La innovación consiste en disponer de líneas de siembra de cereal en las parcelas de cultivo, principalmente de cebada y trigo, convirtiéndose éstas en un hábitat natural para los parásitos de las principales plagas que atacan al arándano. “En otoño realizamos esta siembra de cereal, donde realizamos sueltas de la propia plaga y del depredador, con el objetivo de lograr su instalación antes de que el pulgón ataque al arándano, que normalmente es en primavera. De esta forma hemos creado un ecosistema, donde los parásitos se reproducen de forma natural”, nos explica Ismael Jarillo, técnico agrícola de El Pilonar, quien además de señalar los beneficios económicos y la efectividad del sistema, nos adelanta otra de sus ventajas: en estas líneas de cereal se está instalando igualmente fauna autóctona muy beneficiosa para el cultivo del arándano como es la mariquita.
Junto a Ismael recorrimos algunas parcelas de arándanos de El Pilonar, mostrándonos, entusiasmado, que este sistema complementario a la suelta de insectos auxiliares es el futuro. “Después de cuatro años desde su aplicación, incluso antes de la suelta de insectos, ya vemos momias de pulgón parasitadas, lo que nos indica que estamos creando un ecosistema estable en la zona”, enfatiza Ismael Jarillo.
Por lo tanto, el futuro de este sector es no solo el empleo del control biológico, sino ir más allá, implementar sistemas sostenibles que además de hacer más rentable el cultivo, sean beneficiosos para su entorno.•