“Somos capaces de aportar valor añadido a la producción”
El semillero es el paso previo y necesario para iniciar cualquier producción hortícola y de él depende la viabilidad de cultivos como el tomate, en el que Saliplant se ha especializado, perfeccionando la técnica del injerto.
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Entre la semilla y el campo, o el invernadero si hablamos de producción intensiva, existe un paso intermedio que muchas veces olvidamos al referirnos a la cadena agroalimentaria, pero que es fundamental para que todos podamos consumir frutas y hortalizas de la mejor calidad. Nos referimos al semillero, ese lugar de tránsito de la semilla, donde germina y se hace fuerte para, posteriormente, ser trasplantada. Hablamos con Juan Antonio Hurtado, director de Producción de Saliplant, sobre el papel que juegan empresas como la suya en todo este entramado y cómo afrontan los nuevos retos del sector.
Con más de 30 años de bagaje, Saliplant se ha convertido en un referente en tomate injertado y, más recientemente, en producción de plantas ecológicas. Actualmente, más del 50% del tomate para producciones intensivas se injerta y, en este semillero, han perfeccionado la técnica para garantizar a sus clientes plantas de la mayor calidad. De este modo, han implementado un sistema de desinfección corte a corte, evitando la transmisión de enfermedades entre plantas. Una medida de profilaxis que suman a un exhaustivo protocolo de trabajo y el uso de semillas certificadas. “La inversión que realizamos en medidas de desinfección supone un coste importante pero que debemos asumir para garantizar la calidad de nuestras plantas, reduciendo cualquier problema a la mínima expresión”, nos explica Hurtado, quien añade que, gracias a este minucioso trabajo, “somos capaces de aportar valor añadido a la producción”.
En Saliplant trabajan, además, “plantas a la carta”, afirma su director de Producción y explica que, por ejemplo, se adaptan a cualquier formato, distintas alturas de punto de injerto, despuntes de plantas o bandejas.
Actualmente cuentan con ocho delegaciones en Granada y Málaga, una de ellas destinada en exclusiva a la producción de plantas ecológicas y que prevén ampliar en 2020 en respuesta a una tendencia de mercado clara: el crecimiento del bio. De este modo, de 2 pasarán a contar con 3,5 hectáreas de producción ecológicas ubicadas en Puntalón (Motril).