Rusticidad y productividad, la base de su desarrollo. RIJK ZWAAN
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El desarrollo sostenible es, en los programas genéticos de melón, una línea de trabajo base en Rijk Zwaan, que hoy en día resulta más importante que nunca. Por ello, su enfoque en la búsqueda de materiales que se adapten al estrés abiótico y biótico (uso de menos recursos), que se puedan cultivar en entornos más agresivos (altas temperaturas, mayor nivel de salinidad en el agua…) con plantas más rústicas y fuertes de raíz, y resistencias como por ejemplo a oídio y pulgón, se convierten en el ABC de su desarrollo genético.
Asimismo, el incremento de los costes de producción los ha llevado a buscar el máximo rendimiento de los cultivos para garantizar su rentabilidad. “O son productivos, o se van a dejar de lado”, manifiesta al respecto Bernardo Cuenca, responsable de desarrollo de melón para Rijk Zwaan Iberia.
«O las variedades son productivas o se van a dejar de lado»
Con todo ello, sus nuevos materiales, tanto para el mercado nacional como para exportación, responden a estas premisas de sostenibilidad y productividad. En Piel de Sapo, por ejemplo, “lanzamos el 34-PS0004, con adaptabilidad a diferentes condiciones de estrés y que se caracteriza por su buen calibre, pepitero naranja y óptimo sabor”, detalla Cuenca. En Galia, sus novedades, Angliru y Teleno, destacan por su elevado rendimiento sin descuidar la fortaleza de planta y resistencias a oídio y pulgón. Variedades que vienen a complementar el amplio catálogo de melón de Rijk Zwaan para Almería, Murcia y La Mancha en sus diferentes tipologías.