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“Queremos convertir nuestros cultivos en reservas de biodiversidad”. BIO CAMPOJOYMA

El gerente, Francisco Jesús Montoya, recalca que el compromiso de Bio Campojoyma con la sostenibilidad no se limita a su modo de producción, sino que va más allá, buscando el perfecto equilibrio entre su modelo de negocio y el entorno en el que se integra.

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La sostenibilidad está presente en Bio Campojoyma desde su fundación en 2004. Sin abandonar esta senda, la firma almeriense es ya el mayor productor de hortalizas ecológicas de España, con una facturación de 70 millones de euros en 2020 y una producción de 60 millones de kilos de hortalizas y cítricos. “Esto ha sido posible, entre otras cosas, gracias a nuestra decisión estratégica de cultivar todo el año en diferentes zonas con distintas condiciones climáticas y dejando períodos para el descanso de la tierra”, explica su gerente y fundador, Francisco Jesús Montoya Sánchez.
Hoy cuentan con 700 hectáreas de producción ecológica repartidas entre Almería, Granada, Murcia, Albacete, Sevilla y Alicante, así como con una cartera de más de 30 referencias.

Comprometidos con el planeta
Para Francisco Jesús Montoya, “el fin de las empresas ecológicas debe ser contribuir a la sostenibilidad del planeta, algo viable desde un punto de vista social y empresarial”. Para lograrlo, cultivan respetando el medio ambiente y el ciclo natural de las plantas, basándose siempre en una agricultura tradicional. De este modo, “nuestros cultivos se convierten en ecosistemas donde conviven fauna y flora”.

“ Uno de nuestros objetivos es crecer en cítricos bio y alcanzar los 10 millones de kg en tres años»

Hacia la sostenibilidad global
Han puesto en marcha una planta de compostaje biodinámica que les permite reciclar y reutilizar los propios restos vegetales de sus cultivos.
Asimismo, y para “convertir nuestros cultivos en auténticas reservas de biodiversidad”, aportan a su entorno de cultivo los medios necesarios para la alimentación y reproducción de numerosas especies animales, a la vez que respetan la vegetación autóctona, que sirve como setos que aumentan la diversidad vegetal. De este modo, “tratamos de asemejar nuestros cultivos a un auténtico ecosistema sostenible y estable”. Para completar este proyecto, acondicionan sus embalses de agua de riego, facilitando la entrada y salida de animales para beber y proveyéndolos de refugio.
Además, han firmado un convenio con el Centro de Investigación en Colecciones Científicas de la Universidad de Almería (Cecoual) para la categorización de la biodiversidad presente en sus cultivos de cítricos, así como la puesta en marcha de un proyecto piloto para la incorporación a su sistema de cultivo de Linaria nigricans, una planta herbácea endémica amenazada en Almería.
Por último, abogan por la sostenibilidad social a través de su Plan de Igualdad, que han renovado para el período 2020-2024, y la promoción de una cultura tolerante entre sus empleados, entre otras muchas iniciativas.

El futuro de Bio Campojoyma
Este año han incorporado la calabaza baby a su portfolio y, en 2021-2022, iniciarán la producción de mandarinas bio. “Uno de nuestros grandes objetivos es crecer en cítricos”, afirma Montoya, quien avanza que prevén alcanzar los 10 millones de cítricos bio en tres años.

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