El oro verde se puede convertir en bronce. NATURAL TROPIC

La tendencia y el consumo de aguacate en los tres últimos años se ha incrementado por encima del 30% anual en el territorio español, convirtiéndose en un producto commodity, entrando a formar parte de la dieta de muchos españoles que hasta hace poco tiempo ni lo conocían. Una realidad que se puede extrapolar a muchos países a nivel mundial, donde los niveles de consumo se han disparado por encima del 20%.

Este panorama provoca diferentes situaciones comerciales y de producción que protagonizarán el escenario de los próximos años.

Uno de los principales problemas que se presentan y que puede acarrear consecuencias negativas es que el precio del aguacate tiene una tendencia alcista cada año, ya que en poco tiempo ha visto duplicado su valor, y esto está llevando al sector a una especulación imparable que dañará la imagen del producto nacional. Por todo ello, el objetivo del productor español debe ser aumentar la rentabilidad de kilos/hectárea, más que seguir buscando mayores cotizaciones. Esto será clave en el futuro para garantizar la sostenibilidad del sector.

“ El reto del sector es aumentar el rendimiento por hectárea del aguacate»

Partimos de que la media de rendimiento en España para plantaciones antiguas (que son la mayoría) es sólo de 6-7 toneladas y si los precios se regularizaran y bajaran un 50%, como hace tres años, la mayoría de las explotaciones no serían rentables. Por ello, es fundamental asegurar el incremento del rendimiento productivo en España y dejarnos de especular con los precios.

En otros países como México, Colombia, Perú, etc. también existe una tendencia alcista en las cotizaciones, pero de forma más moderada que en España, y, dado el crecimiento progresivo de sus producciones, el nivel de precios es más estable, por lo que son y serán más competitivos en los próximos años.

Como consecuencia, el aguacate español puede quedar relegado a menores volúmenes en programas de supermercados y mayoristas en los próximos años, representando un verdadero riesgo.

El reto del sector está pues en modernizar las explotaciones y aumentar el rendimiento por hectárea, ya que la calidad es algo indiscutible hoy día.