“Nos falta experiencia para exportar a mercados lejanos”. FRUIT CONSULTING
La calidad, la seguridad y el sabor son, según Oliver Huesmann, CEO de Fruit Consulting Hong Kong, las claves para conquistar el mercado chino, pero antes de lanzarse a ello hay que conocerlo a la perfección.
Comparte
¿Cuáles son las ventajas de exportar a China?
La economía de este país se ha convertido en la más grande del mundo. En los últimos 20 años, ha crecido a un ritmo de casi el 10% anual. Con una población de 1.400 millones de habitantes, es un mercado con un poder adquisitivo alto, baja morosidad y un gran potencial para los exportadores españoles, sobre todo para los que deseen encontrar oportunidades en el sector de la alimentación. Para China, un país con una gran contaminación y escándalos alimentarios en el pasado, Europa es un origen seguro, con una producción de alta calidad para una alimentación saludable. Su población consume 120 kg. de verdura y 56 de fruta por persona y año, lo que significa que existe una demanda de 280.320.000 Tn. de productos frescos. Además, el consumidor chino ve con normalidad el elevado precio de los alimentos importados.
¿Cuáles son las desventajas de exportar a este mercado y en qué aspectos hay que trabajar?
El primer inconveniente es la distancia. El tiempo de tránsito es de hasta 35 días en barco o, en su caso, hay que asumir el elevado coste del transporte aéreo. Pero la mayor desventaja es que no estamos preparados para hacer negocios fuera de Europa. Nos faltan conocimientos y experiencias en exportación a destinos lejanos, no conocemos los mercados, nos falta el idioma. Nuestro mayor reto es conseguir en los próximos años hablar idiomas, entender los mercados y sus formas de trabajar y hacerlo antes de empezar a vender sin saber dónde, a quién y a qué precio. Tenemos que unirnos con profesionales que conocen y nos pueden guiar en estos caminos.
¿La exportación de cítricos puede ser un ejemplo para la fruta de hueso?
¡No! Estamos hablando de dos productos totalmente diferentes y también su evolución durante el transporte es distinta. Mientras la naranja la quieren dura y no son tan exigentes con la dulzura, la fruta de hueso la prefieren dulce, soft y con colores claros. El protocolo firmado con China para la fruta de hueso nos hace casi imposible trabajar al gusto del mercado. Mientras los cítricos son aptos para un viaje largo en barco, la fruta de hueso es un producto para enviar en avión, pero el Cold Treatment nos obliga a hacer tratamientos de 20 días para evitar la posible introducción de la mosca mediterránea.
«Los asiáticos son clientes de gourmet, premium y marcas y, además, lo pagan»
¿Hay alguna forma de mejorar los protocolos?
Según expertos, hay varias fórmulas que garantizan la eliminación de la mosca sin necesidad de hacer el tratamiento con frío durante tanto tiempo. Así seríamos capaces de trabajar un producto de alta calidad y con sabor, recolectando la fruta con suficientes grados Brix y con los colores que quiere el consumidor chino. El precio del transporte aéreo lo aceptarán, pero una fruta de hueso que, en su primer día de venta, ya ha pasado mínimo 25 días desde su recolección no la quiere nadie. Si queremos competir en este mercado, las claves son la calidad, la seguridad y el sabor. Los asiáticos son clientes de gourmet, premium y marcas y, además, lo pagan.
¿Merece la pena iniciar el camino a China?
Definitivamente, sí. El mercado más emergente se encuentra en China: cada año surgen 50 millones de nuevos ricos, una gran parte de la clase media en el futuro procederá de este país y Asia va a representar los dos tercios del poder adquisitivo en el mundo. Nosotros tenemos frutas y verduras seguras, que es lo que actualmente quieren los chinos y, si no vamos hasta allí, irán otros como México, USA, Turquía u otros países europeos. Por lo tanto, es una oportunidad que no podemos desaprovechar.