“Hay que mostrar al consumidor las bondades de la chirimoya”. FRUTAS LOS CURSOS
En Frutas Los Cursos centran sus esfuerzos en llegar a los mercados con sus tropicales en el punto óptimo de maduración y calidad.
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Mimar al agricultor, al fruto y, en última instancia, al cliente. Es la receta del éxito de Frutas Los Cursos, que surte a los principales mercados nacionales e internacionales con tropicales de Almuñécar, municipio en el que la empresa tiene su sede. “Nuestra apuesta por agricultores locales y el trabajo diario mano a mano ha hecho
que nos consolidemos como un referente de la zona”, nos comenta Antonio Rodríguez, gerente de la firma.
Junto a la mejor materia prima, Frutas Los Cursos cuenta con cámaras de maduración así como un equipo de campo altamente cualificado que permite optimizar las recolecciones para que el fruto madure en el árbol y pueda ser retirado en su punto óptimo de calidad.
Es este aspecto el más valorado por los consumidores de Los Cursos en su mayoría españoles -el 60% de su facturación corresponde al mercado nacional- que poco a poco comienzan a familiarizarse con “la sana costumbre de probar este tipo de productos, que hasta ahora estaban fuera de su cesta de la compra”. Con la chirimoya como principal exponente, para Antonio Rodríguez lo primordial es enseñar al consumidor y al propio mayorista las bondades de esta fruta. Para ello, la empresa incorpora desde hace algunas campañas un pequeño libro explicativo que incluye consejos y recetas para que resulte más atractivo.
“La versatilidad y las nuevas formas de consumo hacen que el futuro de la chirimoya esté garantizado”.
En este sentido, desde Frutas Los Cursos consideran necesarios los nuevos formatos, como los listos para
consumir, que facilitan la introducción en las zonas más industrializadas y grandes núcleos de población. No
obstante, alerta del posible encarecimiento del producto y la pérdida del “verdadero sabor y olor de la fruta
de calidad”, principales cualidades de los tropicales. Por ello, el mayor esfuerzo de la firma es el de trabajar
con las variedades más resistentes a las inclemencias climatológicas y a la necesidad de agua, aumentando la
investigación en superficie invernada, que permita la homogeneidad de temperatura y que garantice un producto óptimo.
Nuevos retos
Para Antonio Rodríguez, la diversificación de productos es imprescindible para crecer en los mercados. De hecho, junto a la chirimoya, el aguacate o el mango, Los Cursos decidió apostar hace algunas campañas por otros tropicales como la papaya, “que están teniendo una excelente acogida en los países centroeuropeos”. Además, la empresa granadina se encuentra inmersa en un proceso de crecimiento donde el relevo generacional es uno
de los puntos clave, junto a la creación de nuevas marcas y formatos.
Es el caso de la IV Gama, proyecto en el que trabaja la empresa desde el pasado año, que verá la luz a finales
de 2016 y que destacará en los lineales por su novedosa presentación y la gran calidad de la fruta.
JUAN HERRERA