Menor rendimiento al inicio de la campaña almeriense. INDASOL

En mayo se suele registrar un mayor volumen de producto del que ha habido este año en melón y sandía de Almería. La meteorología adversa provocó un menor rendimiento por hectárea porque el frío y las lluvias impidieron la correcta polinización, por lo que, pese a haber una superficie similar a 2017, se redujo el volumen por la falta de cuaje y crecimiento de la fruta, provocando también un retraso en las plantaciones. Esta situación, que desde el sector se percibió en un primer momento con preocupación, ha llevado a obtener unas cotizaciones más elevadas en el mercado, como nos comentan desde la firma Indasol.

Nos reunimos con su gerente, Néstor J. Sánchez, en El Ejido (Almería) para conocer su trayectoria en este segmento de negocio dentro de su catálogo de productos, sobre todo hortalizas de invernadero. Con 800 hectáreas de superficie y 450 socios agricultores, alcanzan en este 2018 su 25º aniversario inmersos en un ritmo de crecimiento global, tanto en producción como en facturación.

En estos resultados ha influido el aumento de su línea de sandía, que ha crecido en detrimento del melón como en el resto de Almería. Así, trabajan su sandía negra sin semillas con la marca Fashion y, en rayada, el 100% de su producción es de la variedad Red Jasper, que comercializan con su marca propia, Indasol. “Hemos apostado por este material porque presenta una excelente calidad en sabor, conservación y dureza”, apostilla Sánchez. Mientras tanto, “en melón, faltan variedades con calidad y la competencia con Marruecos es cada vez más fuerte”.

Frente a esta realidad, solo queda apostar por líneas de trabajo como la de Indasol, centrado en ofrecer la máxima calidad a través de controles exhaustivos en todo el proceso.