Mantener el equilibrio en la evolución de la oferta
José Gandía GinerPresidente de SAT Royal
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El contexto internacional es muy preocupante para el sector de las berries españolas. La llegada de Donald Trump al Gobierno de EEUU y sus anunciadas medidas proteccionistas se añaden a los problemas anteriores, tales como:
-El veto ruso, que ha modificado sustancialmente las corrientes comerciales del mercado europeo causando durante tres años seguidos enormes problemas para la producción española.
-El brexit, consecuencia de un referéndum inoportuno, genera una gran incertidumbre para el futuro del agro español. Habrá que esperar a calibrar la voluntad política de los británicos para evaluar las consecuencias reales, en las que sin duda, la innovación y la investigación serán clave para mantener una presencia significativa en este mercado.
-Y por último, la creciente nacionalización de los consumos europeos y los avances tecnológicos de países productores, como Holanda, Bélgica y Alemania.
Más allá del contexto político y económico internacional, el sector de los berries se enfrenta a otros problemas. En primer lugar, la fresa española ha visto su espacio reducido a una presencia residual. Los europeos compran producto español como un commodity, para rellenar sus estanterías cuando no hay otra posibilidad. El producto se ha “vulgarizado”, ya no se considera una exquisitez debido a una masiva y desordenada oferta.
Al contrario que la fresa, las innovaciones varietales en frambuesa han sido de tal dimensión que el mercado europeo se ha visto abastecido 9 meses al año. El producto ha crecido en consumo, calidad y cantidad y es un muy buen ejemplo de lo que nuestro país es capaz de ofrecer. Ahora el reto es mantener un equilibrio entre la evolución de la oferta, los esfuerzos de marketing y la demanda.
Respecto al arándano, la situación es preocupante porque se ha disparado el cultivo, sin que se haya trabajado demasiado en calidad lo que podría llevarnos al modelo fresero. El desorden de la oferta y sus bajos precios deteriora la imagen de fruta gourmet.
Por su parte, la mora es un segmento que se encuentra en plena evolución y que requiere aún mejoras cualitativas con el objetivo de aumentar su consumo, como puede ser reduciendo su acidez.
Para afrontar toda esta situación, necesitamos actores que aumenten la diferenciación y anticipen el mercado ofreciendo productos únicos y especiales. La evolución de los paladares y la moda Gourmet que España acompaña con tanta fuerza es contradictoria con visiones productivistas.
El éxito del Agro intensivo español tiene que ir acompañado de creatividad, exclusividad, mucho marketing y algo de sentido común.