“Las campañas son menos duras gracias a Anecoop”. COOP. VINÍCOLA DE LLÍRIA
Cooperativa Vinícola de Llíria
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L a Cooperativa Vinícola de Llíria pertenece a Anecoop desde hace casi 30 años, por lo que es una de las más veteranas de cuantas integran la entidad de segundo grado, y de las mayores en la producción de cítricos (25.000 Tn). A lo largo de todos estos años, ha sufrido importantes transformaciones, pasando de la actividad puramente vinícola a la hortofrutícola, contando siempre con el respaldo y la seguridad de Anecoop. “Los modelos cooperativistas tienen muchas ventajas, pero también limitaciones, por lo que debe evolucionar, dejar su carácter tradicional e ir por delante de las tendencias de mercado”, explica el gerente de la cooperativa Juan Martín.
En este sentido, una de las muchas ventajas que aporta pertenecer a Anecoop es que esta entidad cuenta con un campo de ensayo propio, donde un completo y formado equipo de técnicos y especialistas realizan numerosas pruebas varietales, estudios sobre cómo abordar determinados problemas agronómicos, información que luego ponen al servicio de las cooperativas socias y esta a su vez se la trasladan a los agricultores. En definitiva, ofrecen un servicio de orientación y asesoramiento sobre lo que puede ser clave en el futuro, alternativas de cultivos viables y rentables. Pero la labor de este equipo de profesionales va más allá, pues trabajan codo con codo con los técnicos de cada cooperativa, visitando las explotaciones de forma periódica durante toda la campaña y siempre que el socio así lo reclame, resolviendo dudas sobre variedades, qué tratamientos a aplicar y cuándo es el mejor momento. Sin embargo, a este respecto, Martín hace un llamamiento a Anecoop en la necesidad de que se implique más en las decisiones varietales del socio, qué le indique claramente qué variedad o por qué producto apostar, que esté más cerca del campo.
Pero esta crítica no le quita ni un ápice de ímpetu a la defensa que Martín realiza de la gestión comercial de Anecoop: “Debería de desaparecer un par de años, para que nos diéramos cuenta del papel tan importante que realizar en la ordenación de la oferta y en la seguridad que ofrece a las cooperativas socias a la hora de las liquidaciones”. Y es que en palabras de Martín, las malas campañas de años pasados, han sido menos duras gracias a que están integrados en Anecoop. Aunque las dificultades se mitiguen, es una realidad que el sector citrícola no pasa por su mejor momento. Hoy esta cooperativa está inmersa en una segunda reconversión, dirigida y orientada por los responsables de la entidad, y apostando sobre todo por frutales. “El modelo cooperativista hasta ahora estaba centrado en comercializar la producción que el socio aportaba, sin embargo creo que debe cambiar. No podemos dejar libertad para decidir qué producto o variedad cultivar, sino conducir esa reconversión adaptándola a las necesidades del mercado”, expone Martín, convencido de que esta es la única salida viable para las cooperativas hoy en día.w