La producción de pimiento, una realidad consolidada y con potencial
Roberto García Torrente, Director Innovación Agroalimentaria de Cajamar Caja Rural.
Comparte
El pimiento es la segunda especie hortícola por importancia económica en España, por detrás del tomate. El valor medio de la producción ha alcanzado en los últimos años los 1.000 millones de euros, con una producción que se aproxima a 1,2 millones de toneladas. Igualmente, las exportaciones anuales superan los 1.000 millones de euros. Esto significa que el pimiento representa el 14% del valor de la producción hortícola nacional y el 17% de las exportaciones.
Dentro de esta posición destacada, hay que resaltar la fuerte concentración de la producción y las exportaciones en el sureste español, que vienen a representar el 90% del total, siendo la provincia de Almería la principal protagonista con 9.500 hectáreas de cultivo, 700.000 toneladas y más de 650 millones de euros en exportaciones.
La producción almeriense ha tenido tradicionalmente una clara vocación internacional, ya que las tres cuartas partes de la misma se han dirigido hacia los mercados exteriores. Esta circunstancia motivó, históricamente, una fuerte especialización del cultivo hacia aquellas variedades que tenían más demanda en Europa, y muy especialmente hacia los tipos California.
Esta preocupación de los agricultores y los operadores comerciales almerienses por atender las demandas de los consumidores ha ido facilitando una diversificación de la producción durante los últimos años, adquiriendo mayor relevancia las diferentes especialidades que están surgiendo. Además de las tradicionales presentaciones tricolores del California, cada vez es mayor la oferta de pimientos dulces, tipo Palermo, los snacks o los picantes. Sin olvidar o incluso potenciando las variedades más orientadas al mercado nacional, como los tipos Italianos y Lamuyo.
Algunas particularidades de muchas de estas nuevas variedades son la mayor dificultad de cultivo, sus limitadas producciones y sus mayores costes, especialmente por lo que se refiere a la mano de obra. Lo que ha llevado a que se establezcan contratos de suministro a medio y largo plazo entre los productores-comercializadores y las cadenas de distribución. De esta forma se aseguraba la venta de la producción y una cierta remuneración que compensaba el riesgo asumido.
Todas estas circunstancias están promoviendo que el mercado en origen de pimiento presente cada vez una mayor ordenación, que las fluctuaciones de los precios sean mayores y que los agentes que intervienen en las diferentes fases de la cadena estén más profesionalizados. El resultado obtenido por dichos agentes está siendo razonablemente satisfactorio y está provocando un incremento sostenido de la superficie de cultivo y de la producción.
Durante los últimos cinco años, la producción de pimiento en Almería se ha incrementado en un 10%, mientras que las exportaciones lo han hecho en un 25% en cantidad y un 34% en valor.
Sin lugar a dudas, podemos afirmar que el modelo implementado en Almería con el cultivo del pimiento está ofreciendo una rentabilidad adecuada a los productores y comercializadores y presenta las condiciones idóneas para seguir creciendo.