La mejora varietal incrementa la exportación. FRUTAS ESTHER
Murcia es puntera en nuevas variedades que responden a la demanda del nuevo consumidor a nivel internacional.
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La Región de Murcia lidera la producción nacional de uva de mesa, ocupando el segundo lugar de exportación de fruta en valor después del limón en esta comunidad, con 182,6 millones de euros en 2016 y 95.750 toneladas. Unas cifras que sin duda reflejan el trabajo que está llevando a cabo el sector al estar a la vanguardia en variedades con y sin semilla, gracias al programa de renovación que están realizando. La compañía Frutas Esther es ejemplo de ello, ya que cuenta con un plan de transformación de 250 hectáreas en cinco años (este es su segundo) introduciendo nuevas variedades con mayores garantías organolépticas.
“El consumidor tiene más alternativas en el lineal y tenemos que ser selectivos y ofrecer mejores productos, tanto a nivel de apariencia, como gustativa; somos conscientes de ello y por eso trabajamos para adaptarnos”, señala al respecto Gerardo Gómez, gerente de Frutas Esther.
Esta renovación varietal ha provocado un incremento del volumen comercial de la firma, donde la uva ha pasado a representar más del 20% de su producción total, y está ayudando a aumentar las ventas en el exterior, al responder a la demanda actual.
El objetivo en materia de exportación ahora es avanzar en las negociaciones del protocolo de uva de mesa con China y llegar a otros destinos como Vietnam e Indonesia, que albergan un gran número de consumidores potenciales. “Son países donde no hay competencia de producto local y donde la población prefiere el producto importado porque presenta mayores garantías respecto a residuos fitosanitarios”, explica Arnold Heemskerk, comercial de la empresa.
Reino Unido
Frutas Esther conoce bien este mercado, sobre todo porque posee una de sus sedes en el condado de Kent. Para la entidad, el Brexit está afectando en la comercialización solo en la devaluación de la libra de momento, pasando de 1,30€ a 1,08€, por la incertidumbre que genera la situación; pero la confianza del mercado se mantiene. “El problema en Reino Unido es la fuerte competencia entre las grandes cadenas de distribución con una presión de precios a la baja”, manifiestan.