La agricultura: un negocio innovador y sostenible. PITA
Alicia Cañadas, Directora de Innovación del Parque Científico-Tecnológico de Almería.
Comparte
Estamos en un momento complejo, relevante y de cambios para el sector agroalimentario. Hemos experimentado los efectos de la globalización de los conflictos y cuál es su impacto, mucho más allá de donde tienen lugar. Esto nos ha hecho ser conscientes de que la geopolítica es un factor estratégico y determinante que ha de estar presente en el sector agroalimentario para que éste pueda anticiparse a las demandas y necesidades de la población, que se caracteriza por tener una migración correspondiente al 4% de los habitantes de todo el mundo, concentrarse en grandes centros urbanos, estar envejecida y en continuo crecimiento.
Y a este escenario mundial se le suman factores restrictivos para el sector agroalimentario como son: el agotamiento de los recursos naturales, requerimientos en seguridad alimentaria, la necesidad de una agricultura regenerativa, las zonas climáticas cambiantes…
Me resulta curioso cómo los seres humanos nos contradecimos entre lo que hacemos y lo que decimos. Mientras nuestro discurso está basado en la preocupación por lo que comemos, por cómo ha sido cultivado, los productos que se han utilizado durante su producción… lo cierto es que los datos, a nivel global, nos muestran una realidad muy distinta.
«Son una minoría los consumidores que pueden pagar los alimentos cultivados de forma sostenible»
Apostamos por una dieta saludable, pero esto se vuelve utópico cuando casi 3.100 millones de personas no pueden acceder a ella debido al incremento de los costes. (The State of Food Security and Nutrition in the World 2022). El hambre no para de crecer, llegando a casi 830 millones de personas en 2021 (FAO), mientras que casi 1.000 millones sufren de obesidad (OMS). Probablemente, el mayor reto y hacia donde realmente debería dirigirse el sector esté ahí, en el análisis de estos datos y las causas que hay detrás, para así pensar en cómo revertirlas.
Si realmente el objetivo de nuestro sector es contribuir al ODS 2: “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible”, esto solo lo conseguiremos con un cambio profundo del sistema alimentario y agrícola a nivel mundial.
Debemos reducir los factores que aumentan los costes en la producción, el almacenamiento, el transporte, la distribución y la comercialización de alimentos. Hablamos de tecnología cuando, en la mayoría de los casos, las soluciones tecnológicas ya existen, pero su implementación no se produce por un tema de costes. Hablamos también de sostenibilidad cuando son una minoría los consumidores que pueden pagar los alimentos cultivados sosteniblemente y el sector no puede asumir su coste.
Evidentemente, la innovación y la tecnología tendrán un papel fundamental en la solución a estos desafíos, pero no debemos olvidarnos de la viabilidad económica del sector para que las propuestas innovadoras sean realmente efectivas, disruptivas y de alto impacto.
Ya se están viendo las consecuencias de no tener como prioridad la viabilidad económica en sectores como la ganadería. Debemos innovar hacia una agricultura sostenible basada en un conjunto de estrategias que tengan tres prioridades claras: elevar el nivel y calidad de vida de la población, y mejorar la armonía con el medio ambiente.
Creo firmemente en la sostenibilidad, pero siempre que sea medioambiental, económica y social; solo de esta forma será implementable y perdurable en el tiempo.