España, un proveedor cada vez más fuerte
Tomasz Jędrych, propietario de Renex.
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Para Renex, como importadores, España es un proveedor muy importante. Anualmente importamos en torno a 15 millones de kilos de frutas y hortalizas y solo en este país compramos más del 60%. Su gran variedad de producto y su disponibilidad durante todo el año son dos de los motivos que nos han llevado a aumentar nuestras compras en España de forma progresiva, pero no son los únicos. Lo más importante es el trato con nuestros proveedores. Son muy flexibles y eso hace que la colaboración sea muy fácil, tanto que a mí me gusta decir que, cuando trabajamos con España, no es solo una cuestión de negocios, sino de amistad.
Si hace años importábamos unas 20 o 30 referencias, actualmente trabajamos muchas más. Antes comprábamos fruta de hueso en Grecia o Hungría y ahora también en España. Asimismo, hace unos 5 o 6 años, comenzamos a importar fresas, arándanos y frambuesa. Pero no solo eso, este país se ha convertido en un importante proveedor incluso en los meses de verano, sobre todo de fruta de hueso.
Nuestra relación con los productores españoles es tal que, para que se hagan una idea, siendo Francia e Italia grandes proveedores, nuestras compras en estos países suponen apenas el 5% y entre el 10%-15%, respectivamente. Y esto es así porque valoramos mucho ese trato humano del que ya les he hablado.
Ni que decir tiene que la calidad que nos ofrece este país se ajusta a las exigencias de nuestro mercado, Polonia, y nuestros clientes, grandes cadenas de supermercados, por un lado, y el comercio tradicional, por otro. El consumidor polaco quiere frutas y hortalizas de primera, para él, la calidad es innegociable, pero si, además, el producto tiene un buen precio, comprará mucho más.
Precisamente el precio es una cuestión controvertida. Es cierto que los productores en origen reciben mucha presión por parte de los compradores, pero también a nosotros nos presionan nuestros clientes. Al final, los grandes compradores como las cadenas de supermercados y los principales mercados como Alemania son la referencia a la hora de negociarlos y no nos queda otra opción que entrar en esa dinámica.
Por último, me gustaría poner en valor el papel del importador como colaborador necesario en la cadena de valor agroalimentaria. Somos más flexibles que, por ejemplo, los grandes supermercados; en nuestro caso, contamos incluso con una flota de camiones propia, lo que nos permite ser más rápidos a la hora de la entrega, hacemos grupajes y, además, trabajamos para resolver cualquier problema que pueda surgir con las frutas y hortalizas de nuestros productores. En definitiva, nuestro objetivo es defender su producto en los mercados.