El color de la sostenibilidad. RIJK ZWAAN
Cuatro son ya los colores de Sweet Palermo, uno de los emblemas de Rijk Zwaan, que sigue aportando valor al pimiento a través de dos vías: la diversificación y la mejora de la eficiencia de los cultivos.
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Estrategia
“Nuestra investigación se centra en la aportación de valor a través de la resolución de problemas y la búsqueda de una oferta variada que permita distintos usos del pimiento”. Así resume José Luis Ruipérez, especialista de este cultivo en Rijk Zwaan, la estrategia de la casa de semillas, que pasa, por un lado, por introducir más resistencias y, por otro, la diversificación en tipos, colores y formatos, de modo que “el pimiento gane mucho más espacio en la dieta de los consumidores”.
Seguridad para la cadena
Afirma Ruipérez que las resistencias aportan “seguridad” a toda la cadena, garantizando un suministro continuo de producto. Por ello, siguen trabajando para ampliarlas en sus nuevas variedades y a las resistencias a enfermedades fúngicas o virosis, sumarán más pronto que tarde otras a insectos o estrés, por ejemplo, hídrico. Y todo ello, “sin mermar la calidad ni la producción”.
Estas resistencias permiten, a su vez, alargar los ciclos de cultivo, reduciendo el uso de insumos y, por tanto, aportando mayor sostenibilidad a las producciones. “Necesitamos menos recursos para producir, luego, somos más sostenibles”, insiste Ruipérez, quien añade: “Con nuestra tecnología y los conocimientos del manejo más adecuado de cada variedad logramos cultivos más eficientes”.
Diversificación
En Rijk Zwaan trabajan también para hacer el pimiento un producto más atractivo para el consumidor. En esta línea, continúan sumando colores a Palermo (ya son cuatro, rojo, amarillo naranja y chocolate), además de diversificando en formatos y tipos, como los picantes. “Nuestro objetivo es dar al consumidor la oportunidad de satisfacer sus necesidades”, afirma Ruipérez, para quien es clave aportar “color” a una alimentación sana y sostenible.