Chirimoyas más sostenibles. DO Chirimoya
La tendencia en la Costa Tropical camina hacia una producción más respetuosa con el medio ambiente a través de un menor uso de productos fitosanitarios y abonos químicos.
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El aumento en el número de plantaciones de mango y aguacate en los últimos años en Málaga y Granada es un hecho. Pero lejos de poner en peligro la supervivencia del otro gran tropical de la zona, la chirimoya, éste ha conseguido mantener su superficie y producción, que incluso crece levemente campaña tras campaña, habiéndose ampliado ésta a nueve meses: de septiembre a mayo. “Podemos hablar de unas cifras habituales en torno a 50 millones de kilos”, afirma Antonio Sánchez, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Chirimoya. Unos datos que podrían verse reducidos entre el 10-15% en la temporada recién iniciada, debido a la acusada sequía que vive la zona desde hace años, sin que se haya puesto remedio a ello. “Se trata de un problema muy grave, para el que hay soluciones pero falta voluntad en las administraciones”, lamenta Sánchez, que demanda una mejora de las infraestructuras para aprovechar el agua existente y que permitiría seguir aumentando el potencial del sector, “un generador de empleo y riqueza en nuestra Costa”.
Pese a este déficit hídrico y el previsto descenso en la cosecha, si las condiciones climatológicas son benignas la chirimoya será de muy alta calidad, mejor que en la pasada campaña, cuando hubo problemas importantes en algunas partidas de fruta por dificultades en el cuaje. Para que la calidad esperada se vea correspondida en los mercados con buenos precios, el presidente de la Denominación de Origen aconseja evitar poner en venta fruta sin el punto óptimo de maduración “una práctica lamentablemente aún utilizada por algunos productores al inicio de campaña”, y que pone en riesgo la imagen de un sector que está sabiendo adaptarse a las necesidades y exigencias del consumidor.
Fruta más limpia
Un ejemplo de ello es la tendencia cada vez más extendida de apostar por técnicas productivas más limpias y sostenibles: “Avanzamos hacia lo orgánico y estamos concienciados en reducir el uso de fitosanitarios, insecticidas y abonos químicos”. Este camino hacia la calidad se ve reflejado también en la propia Denominación de Origen: un 10% de la producción de la zona ya está amparada bajo este marchamo de calidad, y el porcentaje va en aumento. De hecho, dos nuevas empresas se han incorporado a la DO recientemente: Sierra Mar y Gambin Almunécar.
JUAN HERRERA