Barcos, trenes o aviones, el destino es la sostenibilidad. ZERYA
Pabellón 8 • Stand E12E
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Ya hemos visto pasar cosas parecidas antes. No hace ni 20 años desde que todo alimento que no garantizara su inocuidad quedara extinto, proscrito, reducido al ámbito familiar o tradicional. Nuestra sociedad asume unas cosas por moda y otras por necesidad, las hay que pasan y otras que prevalecen, y ya llevamos unos cuantos años hablando de producción y agricultura sostenible. Han pasado unos cuantos trenes pero aún hay quien sigue sin montarse, todo llegará. Mientras tanto es fascinante ver cómo los que van a la vanguardia transforman el sector, lo esculpen, le encuentran nuevas motivaciones y pasiones, sobreviven y se fortalecen.
Aún cuando seguimos enfrascados en terribles guerras por el agua e intentando erradicar ese monstruo del “dumping” y el precio-reclamo que asfixia a agricultores y ganaderos, tenemos muchos frentes abiertos, pero el de la sostenibilidad es en el que cabemos todos, en el que podemos sobrevivir todos – o casi- y donde tendremos expectativas de futuro. Este mastodóntico aparato que es la cadena alimentaria, tan intrínseco y complejo, se va moviendo lenta pero inexorablemente. Todos sus actores, sus consumidores, los cultivos mismos… cada día avanzan un metro, un gramo, un litro. El cambio climático, la contaminación, la escasez de agua y la pérdida de diversidad amenazan a toda la industria, a la propia humanidad, y sólo con soluciones sostenibles nos podremos salvar.
Y usted ¿ya tiene su billete? ¿cuándo sale?