“Podemos competir en los meses de junio y julio con los productores locales europeos” VIV. RIO ERESMA
Javier Palacios, de Viveros Río Eresma, está convencido de que el sector tiene una oportunidad comercial a final de campaña que no se está desarrollando.
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La oferta local de los países del Norte de Europa ha obligado al sector a adelantar el fin de la campaña de fresa al mes de mayo prácticamente con la entrada en producción de su fruta. Pero, en años como este, muy irregulares a nivel climático, han tenido complicaciones para alcanzar el volumen deseado y el coste energético para obtener fruta precoz se ha disparado, repercutiendo en el precio final del producto. Es ahí donde España tiene una oportunidad de negocio, ya que su coste productivo es mucho menor, y puede competir en esos términos. “En Alemania o Bélgica la fresa puede tener un precio de salida de 3€ a 5 €, mientras en Huelva pueden ofrecerla a solo 1 €, por lo que abogo por no abandonar el final de campaña”, apunta Javier Palacios.
Además, desde Viveros Río Eresma aconsejan a sus clientes a apostar por otra variedad diferente a final de campaña, para que se ofrezca a Europa no solo un buen precio y volumen, sino también una calidad excepcional. Cumpliendo con estas premisas, Palacios está seguro de que España podría mantener un hueco de mercado que está perdiendo en los últimos años, para este y futuros ejercicios.
En su contra encontramos factores como el calentamiento global y los macrotúneles que con su excesivo calor en los meses de mayo y junio, suponen un envejecimiento de la planta y una escasa firmeza poscosecha de la fruta.
De momento, una de las estrategias para alargar la campaña que parecen estar tomando las grandes empresas del sector fresero onubense, es ofrecer fruta durante los meses de verano produciendo en la zona norte de España. El objetivo es, o bien dirigirse al mercado nacional, o bien fidelizar a sus clientes ofreciéndole fruta todo el año. “Zonas como Cataluña, Galicia o incluso Málaga y Granada se van a ver afectadas por esta iniciativa de las grandes compañías freseras desplazando a sus productores locales, al tener más bajos los costes y una infraestructura diversificada que amortizan durante todo el año”, explica Palacios al respecto.
Variedades
Rociera y Fortuna son para Javier Palacios los materiales que más proyección tienen hoy por hoy y así lo destaca: “Fortuna lleva 10 años y está en su zenit, es una todoterreno y conociendo su manejo (tanto en Huelva como en viveros), asumiendo su índice de mortandad y con su elevada producción, le auguro aún mucho recorrido; por su parte, Rociera se ha adaptado muy bien a las condiciones agroclimáticas de la zona y es más productiva que Primoris, es su primer año pero iguala la buena poscosecha y sabor de Primoris, tiene también mucho futuro”. Esto reafirma la idea de que las variedades de FNM no tienen nada que envidiar a las de otros obtentores ya que cuentan con los recursos necesarios y prueba de ello es el éxito que están teniendo en los mercados.