Andalucía incentivará a empresas que lleven a cabo proyectos de fusión e internacionalización
El viceconsejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, Juan Antonio Cortecero acaba de inaugurar en Sevilla una jornada sobre entidades agroalimentarias andaluzas, donde participan Fernando Burgaz, director general de Industria Alimentaria del MAGRAMA y los máximos representantes de Onubafruit y CASI, entre otros.
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El viceconsejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Juan Antonio Cortecero, ha inaugurado en Sevilla la Jornada Reflexiones sobre la internacionalización y la integración de las entidades agroalimentarias andaluzas, organizadas por Garrigues y el Banco Santander, en la que ha asegurado que la Consejería va a seguir “priorizando proyectos de fusión e internacionalización para ganar en dimensión y competitividad”.
Para ello, ha explicado que la nueva línea de incentivos para la modernización de industrias de la Junta “primará acciones resultantes de uniones o integraciones, así como aquellas dirigidas a la comercialización conjunta, apoyando la creación o mejora de establecimientos para la venta minorista, centros de concentración de oferta o lonjas virtuales”. Igualmente, tendrán preferencia los “proyectos que tengan una base exportadora y la implantación de un servicio de gestión comercial en empresas que agrupen a dos o más productores agrarios”.
Para el viceconsejero, estos incentivos deben estar acompañados por la voluntad compartida para llevar a cabo un proyecto estratégico común de integración, “necesaria para hacer frente a mercados cada vez más exigentes y competitivos y a condiciones de producción cada vez más ajustadas”.
Cortecero ha insistido en que ganar tamaño empresarial es, junto a la internacionalización, uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario andaluz, un complejo con potencial y vocación exportadora demostrada a lo largo del tiempo y con una mayor presencia de medianas y grandes empresas que la existente en el sector industrial en su conjunto. Con este objetivo, ha recordado, que el Gobierno andaluz viene incentivando desde hace un lustro la integración asociativa y la concentración de la oferta. En total, se han apoyado 14 proyectos con una inversión de más de 35 millones de euros que han integrado a 146 entidades.
En cuanto a la internacionalización, el viceconsejero se ha referido al V Plan de la Junta que tiene como objetivos fundamentales incrementar la masa crítica exportadora y mejorar el posicionamiento de las empresas andaluzas ya internacionalizadas para que exporten más y a más mercados. Y ello se conseguirá a través del establecimiento de programas para incentivar las alianzas empresariales para competir en el exterior y reforzando el efecto tractor que las grandes y medianas empresas exportadoras, que triunfan en los mercados internacionales, tienen sobre el tejido productivo de sus sectores. Según ha explicado, esto se acompañará con apoyo financiero mediante incentivos reembolsables, bajo la fórmula de capital riesgo para empresas exportadoras regulares.
En definitiva, ha subrayado Cortecero, el objetivo es “diseñar un traje a medida para que nuestras empresas puedan afrontar los retos de la internacionalización y ganar dimensión en las mejores condiciones posibles, que deben ser mejores que las de sus competidores”.
El sector agroalimentario andaluz
En Andalucía, el complejo agroalimentario es uno de los sectores tractores de la economía tanto por su contribución al Producto Interior Bruto (PIB), como por su capacidad de vertebración territorial y mantenimiento y desarrollo de las zonas rurales. En su conjunto, aporta el 8% del PIB de la región, genera alrededor de 9.500 millones de euros de valor añadido, emplea a más de un cuarto de millón de personas y lo conforman 5.400 industrias agroalimentarias, que representan una quinta parte de la cifra de negocio de la industria andaluza.
En relación a la producción agroalimentaria europea, la producción agraria andaluza se sitúa por delante de 18 Estados miembros de la UE, es líder en producción de aceite de oliva y uno de los mayores proveedores de frutas y hortalizas. Gracias a su competitividad y vocación exportadora, se ha convertido en un elemento amortiguador de la crisis económica y en un sector clave para la recuperación.