Agr. Navarro de Haro: “Confiamos en alcanzar los 50 millones de kilos de sandía”
En la última campaña, la superficie cultivada de sandía disminuyó en un 6,7% debido a diversos factores como incidencias climáticas, inflación y aumento de los costes de producción. Sin embargo, se espera que esta tendencia se mantenga igual en este año para la producción temprana.
Comparte
Conforme evolucione el cultivo, para mayo-junio, se prevé que el volumen pueda ser similar a la de años anteriores, dependiendo en gran medida de las condiciones climáticas, que en las dos últimas campañas afectaron negativamente.
Para Agrícola Navarro de Haro, la producción no va a disminuir, cuentan con nuevas zonas productivas y confían en alcanzar los 50 millones de kilos.
A pesar de los desafíos, como la inflación que ha afectado al sector en los últimos años, la situación del consumidor se percibe similar en los últimos meses, comprando un poco en función del precio en el día a día, basado en estas fluctuaciones que afectan al poder adquisitivo y a las preferencias de consumo. A pesar de estos cambios, se espera que la demanda de sandía se mantenga en niveles similares, dado su carácter estacional y su asociación con las altas temperaturas.
«Desde Agrícola Navarro de Haro apuestan por la promoción y el marketing durante la primavera y el verano,
épocas de mayor producción y demanda de sandía»
El impacto del cambio climático en la producción de sandía ha sido evidente, con eventos climáticos extremos como el granizo que han afectado la producción en el último año. Ante esto, las casas de semillas y las empresas trabajan estrechamente en el desarrollo de variedades tanto para las nuevas zonas de producción como para las habituales pero adaptando las fechas de plantación y con ello la de recolección. La búsqueda de nuevas zonas de producción se realiza para mitigar los efectos adversos del clima.
A nivel internacional, aunque España sigue siendo el principal proveedor de sandía en la UE, se observa una creciente competencia de Marruecos. A pesar de ello, se confía en que ambas producciones puedan coexistir, siempre y cuando se implementen medidas como aranceles para garantizar la equidad en las condiciones de mercado, que terceros países no puedan introducir productos sin las exigencias sanitarias y certificaciones de calidad que se requiere a los productores de la UE.