Un 42% de adolescentes cree que la fruta de proximidad tiene que ser más cara
Según un estudio realizado como trabajo de investigación por un grupo de estudiantes de la escuela la Salle de Mollerussa (Lleida) con el apoyo y el asesoramiento de Afrucat.
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Que la fruta de proximidad debería ser más cara por su frescor y por los controles de calidad a que se la somete, es una de las conclusiones de un estudio realizado como trabajo de investigación por un grupo de estudiantes de la escuela la Salle de Mollerussa (Lleida) con el apoyo y el asesoramiento de Afrucat.
Los estudiantes, que querían analizar cuál es la opinión de los jóvenes hacia el consumo de fruta y qué se entiende cuando se habla de consumo de proximidad, realizaron el estudio en cuatro de las escuelas que La Salle tiene por toda Cataluña. En el trabajo participaron 465 alumnos de 1º de ESO y 1º de bachillerato de las escuelas de Mollerussa, Reus, Barcelona y Girona.
Los chicos y chicas entrevistados respondieron a una encuesta sobre consumo de proximidad y realizaron una cata en el que se daban a probar 5 manzanas Golden de diferentes orígenes (5 de nacionales y 2 de importación) y dos peras Conference (1 nacional y 1 de importación).
El 45% de los jóvenes entrevistados afirmó que consumía fruta a diario; un 31%, de 2 a 3 veces a la semana; un 22% dijo que sólo comía a veces; y el 1,3%, que no come nunca. En cuanto a las ocasiones de ingesta, después de comer y de cenar continuarían siendo los momentos favoritos, con una ligera diferencia según las edades: mientras que para los estudiantes de la ESO la merienda representa un momento tan importante como los postres de la comida (con un 32% para ambas situaciones), los momentos preferidos para los estudiantes de bachillerato son los postres de la comida y de la cena, con un 35 y 30%, respectivamente.
Las diferencias relacionadas con la edad de los encuestados también se manifiestan en la elección de la fruta a consumir: el 60% de los estudiantes de bachillerato se reafirma en un consumo basado en los gustos personales, porcentaje que cae al 48% entre los estudiantes de la ESO. Los más jóvenes también contestan que les gusta toda la fruta en un 43% de los casos, frente al 34% de los de bachillerato.
En cuanto a las especies, la fresa sería la fruta preferida (61,9%); seguida del plátano (44,7%); de la manzana (43%), y del melocotón (39,6%).
A la hora de elegir postres también se evidencian las diferencias ligadas a la edad. Aunque los dos grupos prefieren el consumo de postres lácteos frente la fruta u otras alternativas (con un 58,7% de preferencia), un 38,7% elegiría una fruta, mientras que un 11,8% optaría por algo diferente y un 6,6% no querría nada. Cuando se analizan los resultados por edades, son en su mayoría los más pequeños los que elegirían los lácteos (un 65%). Los estudiantes de bachillerato dividen sus preferencias entre los lácteos (42%), la fruta (30%) y otras alternativas (21%).
El estudio también constata que un 67,7% de las familias de los jóvenes encuestados suele comprar la fruta en una frutería tradicional, mientras que un 44,2% del acostumbra a comprar en el supermercado y un 7,2% en un hipermercado .
Lo que más valoran los jóvenes sobre la fruta es el gusto, en un 83% de las respuestas; seguido del aspecto, en un 43% y de la facilidad de comérsela, en un 24,1%. El origen condiciona el 12,3% de los encuestados. Por edades, los estudiantes de la ESO son los que destacan la importancia en la facilidad del consumo (que esté pelada), mientras que los de bachillerato se centran en el aspecto y el gusto.
El concepto de proximidad
Respecto al concepto de proximidad, el 48,6% de los jóvenes cree que significa que es fruta catalana y el 36,6% piensa que es fruta producida a pocos kilómetros de donde se vende. El 7,7% piensa que es fruta producida en la Unión Europea, y el 7,1% dice que es fruta producida por pequeños productores.
Los encuestados de bachillerato creen indistintamente que la fruta de proximidad es fruta producida a pocos kilómetros (45%) o catalana (41,5%), mientras que los más pequeños se decantan claramente por afirmar que se trata de fruta catalana (54%) .
En cuanto al precio de la fruta de proximidad, casi hay un empate entre los que piensan que debe ser más barata y los que piensan que debe ser al mismo precio: un 28,4% piensa que debe ser más barata porque viene de más cerca, y un 32,5% piensa que se debería vender al mismo precio.
En cambio, un 42,6% opina que debe ser más cara porque es más fresca y tiene más controles de calidad. El motivo por el que los estudiantes creen que la gente compra fruta de proximidad es, en un 42,8% de las respuestas, porque es más buena.
El aspecto determina qué fruta se compra
Lo que tienen claro los encuestados es que a la hora de comprar fruta se guiarían por el aspecto más que por ningún otro valor: «la que tenga mejor pinta en la tienda». Un 52,7% de los jóvenes elegiría la fruta en función de su aspecto y un 25,2% escogería fruta de proximidad, mientras que un 22,2% se decantaría por la fruta ecológica, y un 19,4% para un sello de calidad como una denominación de origen. El 4,1% elegiría fruta producida en Europa. Por edades, los mayores colocan empatados en el tercer lugar los criterios de compra de ecología y precio, mientras que el precio es un criterio muy poco importante para los más pequeños.
Finalmente, destacar que casi el 100% de los encuestados afirma que, el día que tengan un hogar propio, la fruta estará presente.
Cata de manzana y pera
En todos los casos, las encuestas terminaron con una cata de manzanas y peras. Los jóvenes probaban manzanas Golden de diferentes procedencias, desconociendo en todo momento de qué manzana se trataba, y valoraban aspectos como el sabor, la presencia o si eran crujientes entre frutas de cinco procedencias diferentes, tres de españolas y dos de países europeos. El mismo procedimiento se siguió con las peras Conference.
Los resultados de las catas evidenciaron, tanto en manzanas como en peras, una clara preferencia por el sabor y el aspecto de la fruta de procedencia nacional.