Las primeras picotas del Jerte llegan a mercados con una calidad «excelente»
Los agricultores del Valle del Jerte (Cáceres) ya están recogiendo las primeras picotas de la temporada, cuya cosecha este año, que podría alcanzar los nueve millones de kilogramos, se está caracterizando por tener una calidad "excelente".
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Así lo ha puesto de manifiesto el presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, Emilio Sánchez, quien ha explicado que la agrupación ha recibido ya los primeros 150.000 kilogramos de ambrunés, pico limón negro y pico negro, de tal forma que la Denominación de Origen comenzará en breve a certificar a las primeras picotas.
La picota es una variedad de cereza originaria del Valle del Jerte que destaca por su dulzor -maduran durante más tiempo en los árboles- textura y sabor.
«En estas primeras picotas el agricultor va con mucho cuidado a la hora de coger el fruto, evitando así que pueda llegar al mercado una cereza verde», ha apuntado el responsable de la Agrupación de Cooperativas.
La principal característica de la picota es que son las únicas cerezas que se desprenden sin su pedúnculo o rabito, que queda en el árbol de forma natural durante la recolección manual que se sigue realizando en el Valle del Jerte.
En el Valle del Jerte se cultivan más de 100 variedades de cerezas, pero con Denominación de Origen Protegida sólo hay cinco variedades de «Cerezas del Jerte»: ambrunés, pico limón negro, pico negro y pico colorado -todas ellas picotas- y la navalinda.
El presidente de la agrupación ha hecho un llamamiento a los consumidores para que tengan cuidado de no consumir cerezas a las que les han arrancado el pedúnculo con la intención de que parezcan picotas, ya que así se hace una herida a la fruta por la que pueden llegar gérmenes.