La temporada de Clemcott llega a su recta final en los supermercados
La facilidad en el pelado la convierte en el cítrico ideal para los más pequeños, además de por sus muchas cualidades organolépticas y nutritivas. Otra de sus virtudes es su perfecto equilibrio entre dulzura y acidez que aportan sus grados Brix.
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A pocos meses para que la temporada de Clemcott llegue a su fin, la mejor selección de Nadorcott sigue ofreciendo al mercado su fruto de calidad excelente que, cada vez más, se introduce en el sector hortofrutícola de Europa, uno de los grandes consumidores de cítricos.
Tal y como apunta la campaña de esta temporada 2016, Clemcott está a la altura de aquello que los expertos exigen y cumple características óptimas, dignas de una mandarina de calidad certificada:
Fácil Pelado. Clemcott es la easy peel para todos los públicos, “hasta un bebé podría pelar una Clemcott”. Su facilidad en el pelado la convierte en el cítrico ideal para los más pequeños, además de por sus muchas cualidades organolépticas y nutritivas.
Clemcott es sabor, es color. Tan sabrosa como apetecible, Clemcott destaca por su exquisito sabor y resulta muy apetecible gracias a su intenso color naranja intenso-rojizo.
Otra de sus grandes virtudes es su perfecto equilibrio entre dulzura y acidez que aportan sus grados Brix.
Estos y muchos otros estándares de calidad se cumplen año tras año para que, Clemcott, esté siempre a la altura de las expectativas de todos: agricultores, comercializadores, expertos agrícolas y consumidores.
Solo unos pocos tienen el privilegio cada temporada de que sus parcelas sean seleccionadas para el cultivo de esta mandarina. Por todo este esfuerzo y dedicación, Clemcott cuenta con su etiqueta Blacklabel que la identifica y asegura su garantía de calidad y su origen legal, de manera que está visible obligatoriamente en todos los envases secundarios. De este modo, es imposible no distinguirla del resto de mandarinas del mercado.
Además, las mandarinas Clemcott son únicas y la vez tan parecidas que cualquiera puede pensar que se han hecho bajo el mismo molde.
Por todo ello, se debe aprovechar, ahora que todavía estamos a tiempo, de la disponibilidad de Clemcott, ya que quedan pocos meses para disfrutar de ella.
Como bien es sabido, la desestacionalización que caracteriza a Clemcott y que la diferencia de otras mandarinas hace que desde finales de enero podamos deleitarnos con este fruto. Eso sí, en el mes de mayo Clemcott se despide de las mejores fruterías hasta el año que viene.