La Junta de Andalucía valora la «calidad y seguridad alimentaria» de la patata andaluza

La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz, ha señalado la «gran calidad y seguridad alimentaria» a través de «numerosos controles» de los productos agrarios andaluces, en relación a las «condiciones más exigentes» a la hora de exportar patata que se han impuesto tras aprobar la Unión Europea (UE) unas nuevas medidas dirigidas al control de la conocida como pulguilla de la patata, ‘Epitrix Papa’, que «no supone ningún riesgo» en cuanto al consumo del alimento.

La consejera ha explicado que el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos ha incluido a la patata en un listado de cuarentena, lo que conlleva unas consecuencias inmediatas, pero ha negado que «no se pueda exportar patata».

Según ha detallado, se amplía de cien a 500 metros el radio establecido alrededor de la parcela afectada por la plaga donde los productores deben tomar medidas de control y hay que cepillar o lavar las patatas, además de adjuntarle un pasaporte fitosanitario para salir de la ‘zona delimitada’.

El ‘Epitrix Papa’ es un coleóptero que daña las hojas de las plantas y la parte externa de los tubérculos, pero que «no supone ningún riesgo en cuanto al consumo de los alimentos, sino que el daño es exclusivamente estético».

Ortiz ha advertido de que España debe ahora aportar «antes de final de año» informes sobre la incidencia real de esta plaga en su territorio, «siempre que no se intercepten más patatas con síntomas de afección por este organismo».

En 2015, Andalucía exportó patata por valor de más de 27 millones de euros, principalmente, a Alemania, Bélgica, Reino Unido, Francia, Países Bajos y Portugal. La Comunidad Autónoma contaba en 2015 con algo más de 10.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, superficie que supone el 14 por ciento del total de España (72.126 hectáreas).

La consejera ha afirmado que los agricultores de Andalucía están concienciados con la necesidad de apostar por alimentos de «gran calidad y seguridad alimentaria».

«Nuestros agricultores son conscientes de la importancia de llevar a los mercados productos con los más altos márgenes de calidad y del valor añadido que esto aporta a su producción, así que llevan a cabo numerosos controles», ha subrayado.

Por otro lado, la consejera ha considerado que «este momento se podría aprovechar para afianzar el mercado interior de la patata, que tiene mucho potencial».

«Es importante también contar con un etiquetado claro que ayude a los consumidores a identificar correctamente las patatas frescas y diferenciarlas de aquellas que se mantienen en cámaras frigoríficas durante meses antes de salir al mercado, una reivindicación que hemos hecho desde Andalucía al Gobierno central y que aún no ha recibido respuesta», ha cerrado.

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