La falta de sustancias activas lleva a la pérdida de competitividad en España

¿Qué valoración general del estado actual del sector de semillas hace tras la reunión mantenida recientemente con ANOVE?
La industria de semillas es un sector poco conocido, pero que aporta un alto valor añadido a la agricultura a través del suministro a los agricultores de variedades innovadoras y de alta calidad. Además, con el objetivo de completar la resistencia genética de sus variedades a las distintas enfermedades y plagas de las plantas, ofrecen semillas tratadas con productos fitosanitarios de acuerdo con las necesidades de los distintos mercados. Ahora bien, esta industria se enfrenta actualmente a situaciones complicadas que, de no ser corregidas, comprometen su viabilidad, con el consiguiente impacto en la producción agrícola española y en su propia actividad económica.

¿Qué consecuencias conlleva la falta de disponibilidad de productos para el tratamiento de semillas?
La falta de sustancias activas para el tratamiento de las semillas en España está provocando la pérdida de competitividad de la industria de semillas española frente a otros países europeos, que puede ocasionar el cierre de plantas de producción de semillas en España y su traslado a aquellos países donde tienen más productos autorizados para las semillas y, con ello, el traslado de los programas de mejora genética, que son la base de la innovación tecnológica de cada cultivo.

¿Qué materias activas o productos urgen más? ¿Qué cultivos son los más afectados por esta escasez? ¿En qué comunidades autónomas se ha sentido más esta falla?
La disponibilidad de productos afecta a todos los cultivos. Es especialmente alarmante el caso del girasol y el maíz. Para el girasol solo existe un producto fungicida, siendo necesario aprobar más. Respecto a los insecticidas, ni girasol ni maíz disponen de soluciones registradas. Como ejemplo del impacto para el agricultor, cabe indicar que el virus del enanismo rugoso (MRDV), muy extendido en zonas tradicionales de cultivo de maíz como el valle del Ebro, se controlaba tratando íntegramente la semilla de maíz de estas zonas con insecticidas que controlaban el mosquito verde, vector de dicho virus.

¿Qué solución o soluciones plantea AEPLA?
Agilizar el registro de fitosanitarios en España es clave para la competitividad de todo el sector agrícola. El reconocimiento mutuo, que permite utilizar soluciones registradas en otros países europeos, es uno de los medios más ágiles para resolver problemas de determinados cultivos. En caso de urgencia y no encontrar las anteriores vías, recurrir a autorizaciones excepcionales. En este caso es fundamental tomar y publicar la decisión a tiempo para que el sector, en este caso el de la producción de semillas, planifique su campaña.

AEPLA también expresó su malestar al considerar insuficientes los fondos de la Comisión Europea para garantizar la disponibilidad de fitosanitarios para los usos menores. ¿Por qué es necesario fortalecer este tipo de cultivos?
La diversidad agrícola, de la que España es máximo exponente, es fundamental para generar valor, empleo y estabilidad en el sistema productivo. Cuando hablamos de usos menores estamos hablando de garantizar la producción de cultivos tan importantes como frutales, cítricos, hortícolas. Los datos de la Unión Europea indican que, en su conjunto, suponen un valor de 70.000 € por año, que es un 22% de la producción agrícola europea.

¿Qué valoración hace del nuevo marco normativo al que está sujeto el sector fitosanitario? ¿En qué se debería profundizar más?
Como consecuencia del marco normativo comunitario vigente se están retirando del mercado soluciones eficaces para la protección de los cultivos, pero también están comprometidas muchas soluciones innovadoras. Esta situación está provocando que la I+D se traslade a países fuera de las fronteras comunitarias, provocando una pérdida de potencial de nuestra agricultura, algo que afecta a todos los sectores implicados en ella.

Fuente: agroquimica.es / Freshplaza