La escasez en Almería lleva a renegociar contratos con la distribución europea
Hacía quince años que los agricultores de Almería no veían cotizaciones tan altas para sus hortalizas en las pizarras de las subastas.
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Y es que, la ola de frío ha sorprendido a gran parte de países productores de la cuenca mediterránea como Italia -donde el desastre ha sido de proporciones bíblicas-, Grecia, Malta y otros países balcánicos que dejan bastante sola a España como origen, concretamente al sureste español, Almería y Murcia, donde la metereología es muy inestable, con muchos días de lluvia y temperaturas más bajas que retrasan mucho la producción.
Si bien la amplia mayoría de los agricultores están contentos con los precios, la gran escasez y la alta demanda están causando momentos de alta tensión entre la gran distribución y las empresas hortofrutícolas dedicadas a la comercialización, que no pueden cumplir con los acuerdos establecidos con sus clientes y no pueden más que ofrecer un producto con precios desorbitados. Y es que las cadenas de distribución no están acostumbradas a que haya escasez de producto, sino a mercados con sobreoferta y guerras de precios en las que las hortalizas pueden servir de reclamo, en algunos momentos.
Ante esta situación, las empresas no están teniendo más remedio que renegociar los contratos establecidos previamente con los clientes con tal de alcanzar acuerdos que beneficien a ambas partes.
“En general, la gran mayoría de cadenas de supermercado se han avenido a renegociar, mientras que en otros casos más puntuales, se han negado rotundamente”, explica Enrique de los Ríos, gerente de Unica Group. “Las cadenas que necesitan el producto están entendiendo la coyuntura de esta situación y que el valor de las hortalizas depende del flujo entre oferta y demanda”, indica.
Este no es el caso, en cambio, para empresas que trabajan con precios semanales, como es el caso de Ejidomar. Siempre vendemos los productos al precio que establece el mercado y no a través de programas cerrados, por lo que en años como este, evitamos riesgos, explica José Antonio Baños, presidente de Ejidomar.
Esta situación se da en la mayoría de productos hortícolas que ofrece Almería, más acentuado en el caso de la berenjena, que ya alcanza una media de 4,20 euros el kilo en las subastas, y el calabcín, que se ubica entorno a los 3,40 euros el kilo. Las judías, los tomates y los pimientos también gozan de precios altos. “Pese a lo increíbles que parezcan los precios y la euforia entre los agricultores, puede resultar un poco engañoso, ya que se están recolectando muy pocos kilos”, recuerda José Antonio Baños.
Las empresas consultadas prevén que esta situación de precios alargue hasta abril o mayo, con la entrada en producción con grandes volúmenes de Holanda. Se mantendrán precios altos sobretodo en berenjena, pimiento y tomate, ya que el calabacín se produce de forma más rápida, por lo que los precios podrían estabilizarse antes.
Fuente: Freshplaza.es