Hortalizas solidarias para financiar una granja ecológica en el Congo
Por José Anselmo Moreno y Laura González. EFEAGRO
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De la huerta a la mesa, las personas que se han acercado hoy a la Escuela Universitaria de Ingeniería Agrícola (INEA) han podido comprar pepinos, tomates y demás hortalizas cultivados por los hortelanos de la escuela y de huertos urbanos, todo con el fin de ayudar a un grupo de mujeres congoleñas a cultivar productos ecológicos.
Bajo un sol de justicia, el jardín del INEA ha acogido el noveno mercadillo «ecológico y solidario» donde, además de los hortelanos, han participado diversas ONGs como Intermón Oxfam, en cuyo puesto se podían encontrar productos de comercio justo como arroz, café y productos textiles.
La aportación solidaria este año se va a destinar a la creación de un huerto ecológico, gestionado por mujeres, en la República Democrática del Congo, una idea propuesta por la religiosa congoleña Brigitte Batusiabwa que, según ha explicado a Efe, «servirá para poder alimentar mejor a los hijos» de estas agricultoras.
La religiosa se ha mostrado «muy emocionada con el mercadillo» y además ha informado de que estas mujeres «están luchando contra los productos químicos y los pesticidas».
En 2014, se han unido a esta iniciativa solidaria diversos hortelanos de los huertos urbanos, muchos de ellos en situación de desempleo, que han aportado sus hortalizas para ayudar a las mujeres congoleñas, según ha informado el técnico de la escuela Javier Pinilla.
La pretensión que tienen los organizadores del mercadillo es «recaudar el máximo dinero posible para cada año mandarlo a un proyecto diferente», según ha destacado Pinilla.
Durante esta jornada, en el mercadillo, la Red Íncola, organización que tiene como principal objetivo la ayuda a la población inmigrante para su integración social y la defensa de sus derechos, ha dispuesto su expositor abierto a quien quisiera colaborar.
Desde la obra social de La Caixa la contribución ha consistido en la financiación de este mercadillo, en el que ha instalado un puesto para que visitantes pueden hacer un receso en la búsqueda de la hortaliza perfecta, tomando un té moruno con hierbabuena y menta cultivadas en el INEA.
La venta de libros y la colaboración de voluntarios a título personal han protagonizado la aportación de vecinos del Barrio España de Valladolid en la iniciativa solidaria y ecológica.
En el puesto contiguo, los visitantes han podido disfrutar de la tienda de «Come sano, come bien», en un expositor donde han ofrecido productos ecológicos cuyos beneficios están destinados a diversos proyectos de comercio justo.
El INEA, que este año celebra su medio siglo de vida, inició en esta iniciativa solidaria en el año 2005, en la edición anterior el mercadillo consiguió alrededor de 4000 euros, para financiar la explotación agrícola de una parcela de dos hectáreas en Abay, Etiopía.
Los organizadores han explicado que han participado en la iniciativa Entreculturas, Red Incola -para recoger material didáctico- Come Sano Come Justo, Oxfam Intermón, La Caixa y la Asociación de Vecinos del Barrio España de Valladolid.