España tendrá que justificar el impacto si quiere más ayudas
España tendrá que aportar datos del impacto del veto ruso a las importaciones agrarias en sectores como los cítricos, el caqui y la granada antes de poder recibir ayudas de la UE en apoyo de medidas como la retirada de producto del mercado para evitar una caída de precios.
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«Se van a hacer fichas sectoriales en detalle de cada uno de los sectores», señaló la ministra española de Agricultura, Isabel García Tejerina, al término del Consejo extraordinario de los titulares del ramo de la Unión Europea (UE).
Tejerina explicó que el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, no cerró la puerta a conceder nuevas ayudas a los sectores que lo necesiten, pero sí dijo que habría que estudiar «el impacto en detalle por tipos de explotación» en el marco del Comité de Gestión, que reúne a expertos de los Veintiocho.
Las ayudas de emergencia que ha puesto en marcha la UE hasta ahora para compensar los efectos del veto ruso han tenido carácter retroactivo y se han basado en los datos de impacto del embargo de Moscú.
Sin embargo, Tejerina explicó que la intención de España era conseguir que los sectores susceptibles de verse afectados recibiesen algún tipo de cobertura europea, que solo sería utilizada en caso necesario, porque esa es la mejor señal para evitar una caída de precios en el mercados.
España está especialmente preocupada por productos como los cítricos, el caqui o la granada porque su temporada empieza ahora, antes que en otros países de la UE, y es el primer abastecedor de estas producciones.
Bruselas considera en cambio que tomar medidas antes de verificar el impacto podría tener el efecto contrario y provocar inquietud.
España es el sexto país de la UE más afectado por el veto ruso con unas pérdidas de 338 millones de euros.
La ministra explicó que hasta ahora los sectores más afectados han sido el de los melocotones y las nectarinas, que ya vivía una situación difícil tras un mal año, pero reconoció que «no hay ningún desplome en ninguno».
Ciolos volvió a mostrar su preferencia por adoptar medidas de promoción antes que otros arreglos, al considerar que son la manera «más eficaz» de hacer frente al veto ruso.
Tampoco descartó en efecto conceder más ayudas para hacer frente al impacto del embargo ruso, pero se mostró partidario de «compensaciones dirigidas» específicamente a ciertos sectores y categorías de agricultores y ganaderos.
El comisario rumano saliente sí prometió a los países que Bruselas utilizará todas las herramientas a su disposición, incluidos los mecanismos para la gestión de crisis en el mercado.
«Los productores deben estar seguros de que la UE está de su lado. Asumirá sus responsabilidades y utilizará todas las herramientas de gestión de crisis de las que dispone y de las que tenga necesidad», aseguró Ciolos.
El comisario sostuvo que «los medios financieros existen y deben ser utilizados en total transparencia», aunque reconoció que existen límites presupuestarios que hay que tener en cuenta.
El ministro italiano, Maurizio Martina, que presidió el encuentro, también indicó que la prioridad ahora serán las «acciones nuevas de promoción y de búsqueda de nuevos mercados».
Martina explicó que lo que ha intentado la UE hasta ahora es dar una respuesta urgente a los problemas que está causando el veto ruso, pero consideró positivo que ese esfuerzo se consolide o desarrolle a largo plazo.
La UE ha adoptado hasta ahora medidas de emergencia para estabilizar los mercados y evitar una caída en picado de los precios, pero ahora podría dar un paso más y adoptar si fuera necesario compensaciones específicamente dirigidas a ciertos sectores y categorías de agricultores y ganaderos.
Todas las medidas anunciadas hasta ahora por la CE serán adelantadas por los Estados miembros que luego pasarán la factura a Bruselas, que en principio podrá utilizar el presupuesto de 2015 para cubrirlas sin necesidad de recurrir al fondo de emergencia de la Política Agrícola Común (PAC) reservado para responder en situaciones de crisis de mercado.
Si se agotan todos los recursos del presupuesto y se constata que existe una situación de crisis en el mercado, las medidas podrían financiarse con los 423 millones de fondos de emergencia de la PAC previstos para este año o con los 433 millones del año que viene.
Rusia prohibió las importaciones de frutas y hortalizas, lácteos, pescados y carnes procedentes de Estados Unidos, Canadá, Noruega, Australia y la UE el pasado 6 de agosto.