El veto ruso sitúa a los fruticultores de Huesca en situación crítica según sindicatos
El veto de Rusia a la importación de productos agrícolas de la Unión Europea ha situado a los productores de fruta de la comarca del Bajo Cinca, donde se concentra la práctica totalidad de la producción frutícola de la provincia de Huesca, en una situación crítica.
Comparte
Así lo han puesto de manifiesto hoy responsables de los sindicatos agrarios Asaja y Uaga tras la celebración de un acto reivindicativo que ha tenido lugar en las instalaciones de MercoFraga y al que ha asistido el concejal delegado de Agricultura del Ayuntamiento de Fraga, José Ignacio Gramún.
Además, la producción corre el riesgo de deteriorarse en un breve plazo de tiempo ya que es de carácter perecedero y destinada a un consumo inmediato.
Según han informado fuentes municipales al término del acto, a fecha del pasado 11 de agosto quedaban pendientes de recolectar en la zona del Bajo Cinca unos 60 millones de kilos de fruta, el 30 por ciento de la producción total generada.
Del total pendiente de recolectar, un 60 por ciento tenía como destino directo o indirecto Rusia, antes de las medidas ordenadas por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Por esta razón, el secretario provincial de Uaga en Huesca, David Solano, ha incidido, durante la celebración del acto, en la necesidad de acometer acciones «concretas» y llevar a cabo retiradas de fruta a fin de conseguir regular el mercado.
Para Solano, «la situación actual es una anomalía que no tiene que ver con el mercado ni el consumo sino con un conflicto geopolítico, por lo que retirar los kilos del mercado es lo que permitirá que la gente sigan produciendo, que es lo que quiere».
Por su parte, el presidente de Asaja en Huesca, Fernando Luna, ha reclamado a su vez acciones «rápidas» desde las administraciones ya que, según ha afirmado «el problema es político y requiere de soluciones políticas».
A su juicio, «la agricultura no puede ser moneda de cambio de los problemas políticos europeos», por lo que piden una autorización a la retirada (de producción) y «a un precio justo, por ejemplo a 0,26 céntimos por kilo».
Los responsables de ambas organizaciones consideran insuficientes las ayudas europeas previstas ya que la reserva de crisis asciende a 400 millones y las pérdidas en toda Europa podrían ascender a 5.000 millones.
Para el concejal delegado de Agricultura en Fraga, la decisión del Gobierno ruso plantea un «importante desafío» que exige la adopción de mecanismos de emergencia para retirar la producción excedente, ya que, en su opinión, «no hay margen para buscar mercados alternativos».
A su juicio, «la única solución es ésta, y otros planteamientos hundirían los precios y saturarían los mercados completamente».
Por su parte, el delegado territorial del Gobierno aragonés en Huesca, José Luis Moret, presente en el acto, ha precisado que el Ejecutivo regional es «consciente» de la situación generada y ha apuntado que «lo conveniente sería que las ayudas procedieran de un fondo específico y no de las ayudas de la PAC».