El sector pide a la CE evitar el colapso del mercado de tomate
Además, pide a la UE que aclare cómo se va a controlar el origen de los tomates y si se hará mediante un etiquetado especial para distinguir los productos procedentes de Marruecos de los del Sáhara Occidental.
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El Grupo de Contacto de tomate del Comité Mixto franco-hispano-italiano han remitido sendos escritos a la Comisión Europea para trasladarle, por un lado, la situación de preocupación ante dificultades del mercado de tomate y, por otro, remarcar las consecuencias y efectos de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto a la suspensión del acuerdo de comercio agrícola con Marruecos.
Las organizaciones de la delegación española que conforman dicho Grupo (ASAJA, COAG, UPA, Cooperativas Agroalimentarias y FEPEX) reclaman a la Comisión las medidas necesarias para evitar el colapso del mercado de tomate europeo, que atraviesa momentos de grave dificultad en esta campaña y se enfrenta además del ya existente veto ruso a los tomates comunitarios, al veto de ese país a los envíos turcos. Siendo el tomate la principal hortaliza exportada desde Turquía a Rusia, el Grupo de Contacto de tomate está preocupado por las posibles consecuencias para el mercado de tomate europeo si esta producción se desvía a la UE.
También se ha reiterado la petición de modificar el método de cálculo del valor de las importaciones de tomates de Marruecos y establecer dos valores globales de importación, uno para tomates redondos y otro para tomates cherry. El método de cálculo que se utiliza actualmente no permite el seguimiento adecuado del mercado del tomate europeo y dificulta considerablemente la protección frente a las importaciones desordenadas de Marruecos.
En lo concerniente a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE en el asunto T-512/12, que anula el acuerdo de libre comercio entre la UE y Marruecos, el Grupo ha recordado a la Comisión que las crecientes importaciones de tomate, así como de otros productos, procedentes del Sáhara Occidental están sujetas a las mismas condiciones que las de cualquier otro país con que la UE no haya firmado un acuerdo comercial y, por tanto, deben estar sujetos al precio de entrada general y deben pagar los correspondientes derechos de aduana. En este sentido, se ha solicitado a las autoridades comunitarias que garanticen la correcta aplicación de la ley, aclaren cómo se va a controlar el origen de los tomates y si esto se hará mediante un etiquetado especial para distinguir los productos procedentes de Marruecos de los del Sáhara Occidental.