El sector de biotecnología rechaza el acuerdo de la UE sobre los transgénicos
La Fundación Antama, que representa al sector español de empresas de biotecnología, ha rechazado hoy el acuerdo de los países de la Unión Europea (UE) sobre los transgénicos, porque cree que "nacionalizará" su autorización y dará pie a "prohibiciones subjetivas".
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Antama, Fundación para la Aplicación de Nuevas Tecnologías en la Agricultura, ha criticado, en un comunicado, la decisión de los ministros de Medio Ambiente de la UE, en Luxemburgo, para revisar la legislación sobre organismos genéticamente modificados (OGM), con el fin de facilitar su aprobación a nivel comunitario.
El acuerdo permite legalmente a los países prohibir individualmente el cultivo de transgénicos.
Según Antama, dicho pacto demuestra «la falta de voluntad de las instituciones europeas y de los países para aplicar correctamente el marco regulador de autorizaciones de OGM aprobado con anterioridad».
«Nacionalizar una política común europea basándose en razones no objetivas es un precedente negativo y contrario al espíritu del mercado único», ha añadido.
A su juicio, con la nueva normativa un país podrá rechazar formalmente una tecnología por razones no científicas, lo que establece un «precedente peligroso y envía una señal negativa para la industria y el sector agrario europeo».
Según Antama, «debería corresponder a cada agricultor decidir lo que quiere sembrar en sus campos».
En su opinión, el actual marco jurídico de la UE para el cultivo de transgénicos, aprobado en 2001, «nunca se ha sido aplicado correctamente».
Además, para la Fundación, la UE acumula actualmente retrasos de 44 años en aprobación de transgénicos, por lo que ha pedido que todos los productos que cumplan con los requisitos de evaluación de riesgos con base científica sean autorizados sin retrasos «injustificados».
«Después de más de 18 años de cultivo de OGM a gran escala a nivel mundial, la evidencia existente demuestra que los cultivos transgénicos son al menos tan seguros como los convencionales», ha insistido.
«No apoyar el avance científico de la UE es perjudicial para el crecimiento, la innovación, la inversión y la confianza del consumidor europeo», según Antama.