El programa Food chain Partnership se extiende a 2.000 hectáreas en Huelva

Los productores de fresa son los que se han sumado a esta iniciativa con más entusiasmo pues de esas 1.941 hectáreas del Food chain partnership (Asociación de la cadena alimentaria), unas 1.500 corresponden a este fruto rojo; el resto se reparte entre cítricos, frutales de hueso y caqui.

La SAT Grufesa con sede en Moguer es ahora la más veterana de la provincia, aunque no fue la primera en incorporarse. El 100% de su producción de fresa se comercializa con el sello de calidad que imprime este programa que, todavía, no cuenta con una certificación oficial reconocida, algo en lo que ya está trabajando la multinacional Bayer en los ámbitos internacionales, según afirma el coordinador de Marketing Operativo de Bayer CropScience, Miguel Angel Sanz. Este añade que la confianza que crea la marca Bayer abre las puertas de los mercados más exigentes y es garantía más que suficiente para asegurar que los productos frescos se venderán en los mercados y superficies comerciales más estrictos con los productos sanos.

Frutas Esther es otra de las empresas freseras onubenses que han abrazado el programa, así como Cuna de Platero que se sumó el pasado mes de octubre y El Pilonar que lo ha hecho más recientemente, en 2015; entre las empresas citrícolas estánAgrimarba (del grupo Martinavarro), Riotinto Fruit, citrícola San José y El Rosellón; entre las productoras de fruta de árbol se incluyen la empresa Interterra del grupo Medina, que es la única española que utiliza este sistema para sus caquis, y SAT Royal para frutos de hueso. Y en este mes de marzo se ha sumado la empresa Masiá Ciscar.

Antecedentes

La seguridad alimentaria es la razón que prima en esta iniciativa que tiene carácter internacional. De hecho surgió en centroeuropa donde los consumidores demandan alimentos sanos y exigen transparencia a supermercados y grandes superficies comerciales. La propuesta de Bayer CropScience consiste en agrupar a los eslabones de la cadena de producción en una red segura, de forma que esta asociación reúne hoy en día a 70 gerentes de cadenas alimentarias de 40 países, 30 cultivos diferentes y donde comparten una misma filosofía productores, exportadores, importadores, procesadores y minoristas.

El programa tiene en marcha 230 proyectos en todo el mundo, de los que un centenar se desarrollan en España, principalmente por el arco mediterráneo desde Cataluña hasta Andalucía, incluyendo también Extremadura, Navarra, Aragón y La Rioja. En Andalucía (excepto Almería) los 14 proyectos que se desarrollan en estos momentos corresponden a 3.131 hectáreas, repartidas principalmente en Huelva (11 proyectos), seguido de Sevilla y Málaga.

Fuera de España este sistema de producción tiene una presencia importante en países como India, Italia y Alemania en Europa, Kenia en Africa y en Sudamérica. El objetivo ahora es extenderse hacia Canadá y los llamados países del Este de Europa.

De forma progresiva

Cada empresa elige el ritmo de adaptación al programa, Miguel Angel Sanz señala que la mayor parte de sus clientes parten de un listón alto en el manejo de buenas prácticas agrícolas, es decir en lo que se refiere al LMR (límite máximo de residuo) legal, los cultivos son como mínimo de producción integrada, por lo que de alguna forma ya han abrazado la filosofía de producir alimentos sanos y de calidad.

La cautela que caracteriza al sector agrícola hace que sea habitual iniciarse en el proyecto con un porcentaje experimental de producción e ir avanzando hasta alcanzar al 100%. Este fue el caso de la SAT Grufesaque lleva cinco años implicada en el proyecto de Bayer. Comenzó con un 15% de la superficie de cultivo y en 2014/2015 será la segunda campaña que hace con el 100%.

Su gerente Carlos Cumbreras explica que el proyecto de Bayer forma ya “parte de la filosofía de la empresa, con el que estamos absolutamente identificados”. Reconoce que su aplicación partió de las exigencias del mercado pero, en estos años, han comprobado que el esfuerzo permite a Grufesa estar presente en los mercados con “una fruta más natural a precios asequibles” para satisfacer a un amplio porcentaje de consumidores.

Grufesa ha conseguido de la mano del Food chain partnership reducir sus niveles de residuos hasta aproximarse al residuo 0 en un amplio porcentaje de su producción, lo que deja patente la apuesta de esta empresa por llegar al consumidor confrutos rojos sanos, healthy berry, como indica el lema de la firma moguereña.

La aplicación del programa también tiene sus dificultades, según el gerente de Grufesa. Una de las cuestiones más delicadas es decidir el diseño del programa para su aplicación, es decir, detallar y seleccionar las materias activas con las que se va a trabajar para optimizar el proceso y lograr los mejores resultados posibles, en lo que se refiere a reducir al máximo el residuo. En este protocolo de actuación, reconoce que se dan situaciones en las que no se puede intervenir porque no existe ninguna herramienta eficaz, en estos casos “tenemos que dejar actuar a la naturaleza” bajo la supervisión de los técnicos.

Una incorporación más reciente que la de Grufesa ha sido la de SAT Royal en Huelva, que se ha iniciado con 65 hectáreas de cultivo de fruta de hueso, melocotón y nectarina. La intención de la empresa es ir ampliando poco a poco la implantación del programa tanto en Huelva como en otras zonas de la empresa en Extremadura y Andalucía Occidental, hasta alcanzar 1.200 hectáreas. De esta forma, además de melocotón y nectarina, se incorpora la ciruela y pluots (ciruela+albaricoque). De cualquier forma, toda la fruta de Royal SAT es ya de producción integrada.

Pedro Martín, responsable de Seguridad Alimentaria del Departamento de Investigación y Desarrollo de SAT Royal, explica que lo importante de implicarse en el proyecto “es que el productor tenga claro su objetivo; en nuestro caso perseguíamos una reducción en el porcentaje de residuo de la fruta, por debajo del máximo permitido del 30% del MLR hacia el residuo 0″. Conseguir esto “no es sencillo”, dice, teniendo en cuenta que el cultivo de la fruta de hueso tiene restricciones importantes en el uso de fitosanitarios y que se ve amenazado por numerosas plagas y enfermedades ya que, en definitiva, se trata de una producción al aire libre.

La experiencia de Pedro Martín le lleva a señalar que incrementar el nivel de exigencia en la producción en colaboración con Bayer no significa tener que resignarse a pérdidas de producción, esta situación se puede dar pero “seguramente será ocasionada por otros factores como las inclemencias del tiempo o la mala gestión”, indica.

Los controles sobre el programa de Asociación de la cadena alimentaria (Food chain partnership) se llevan a cabo por una empresa externa el Laboratorio Analytica Alimentaria. Además de los que deciden de forma individual las mismas empresas.

El olivar andaluz

El Food chain partnership pretende seguir avanzado. La multinacional trata de conseguir que el programa sea reconocido como una certificación oficial de seguridad alimentaria. Mientras esto llega, la intención de Bayer es seguir sumando cultivos y hectáreas, a corto plazo la próxima incorporación es el olivar para lo que ya existen contactos muy avanzados con productores de Jaén, una de las provincias más representativas en la producción de aceituna y aceite a nivel andaluz, nacional e internacional.

Fuente: Agrodiariohuelva