El precio de la fresa vuelve a caer tras la Semana Santa
Una situación que ocurre todos los años y a la que, según UPA, no se le busca solución alguna.
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No es nuevo ya que, año tras año, los productores de fresa onubenses ven cómo, tras el parón de los mercados como consecuencia de la Semana Santa, el precio de la fruta se derrumba. Una situación que este año ha roto la buena línea que hasta el momento llevaba la campaña fresera en cuanto a calidad y precios, y que se produce por la «falta de coordinación» entre los propios productores onubenses, que no paran de recolectar y acumular mercancía en sus cámaras entre el Jueves Santo y el Domingo de Resurrección, mientras los principales mercados nacionales y europeos permanecen cerrados por las vacaciones, lo cual genera una «tapón» de fruta el lunes, difícil de asimilar, y que a la postre provoca el consecuente derrumbe de precios que tanto perjudica a los agricultores onubenses. Así lo ha puesto de manifiesto Antonio Luis Martín González, representante de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Huelva y productor propietario de Frutas Curi (Cartaya), quien ha lamentado que se trata de una circunstancia que «a pesar de que se repite todos los años, nadie parece mostrar interés por poner una solución».
Según Martín de esta situación «solo se salvan, entre comillas, variedades autóctonas onubenses como Primoris o Rábida, debido a que conservan una mejor presencia y en los mercados mayoristas aún se llega a pagar hasta un euro por kilo». Los efectos de la «intoxicación» de los mercados por la gran cantidad de fruta recolectada durante los cuatro días del puente de la Semana Santa, y posteriormente acumulada en los mercados, podría prolongarse al menos durante más de una semana, asegura Martín, quien propone para erradicar el problema «que entre todos los productores consensuemos dejar de producir durante cuatro días, tirando incluso la fruta, tanto la destinada a su consumo en fresco, como para uso industrial».