El futuro de los cítricos pasa por las variedades protegidas
El presidente de la Asociación de Operadores de Variedades Vegetales (Asovav), Rafael Grau, ha reclamado un cambio de mentalidad hacia las variedades protegidas de cítricos, que son "el futuro" de la citricultura porque ofrecen estándares de calidad y mayor rentabilidad.
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Asovav celebró ayer una jornada en Valencia para analizar las últimas novedades en nuevas variedades protegidas de cítricos desde la vertiente genómica y agronómica hasta la jurídica y de gestión comercial.
Las nuevas variedades pretenden responder a «la crisis de rentabilidad» actual de las variedades tradicionales como las clementinas y las navel, gracias a que puede existir un control de la producción que determine el número de plantas que puede poner en el mercado con un sistema de patentes.
Además, aportan valor añadido al producto porque son «nuevas, distintas, homogéneas y estables», según los requisitos para registrar un nuevo tipo de mandarina.
Grau ha instado al sector (obtentores, proveedores, productores y comercializadores) a alcanzar un consenso y coordinarse antes de que las grandes superficies logren «dominar» el mercado de las nuevas variedades e «impongan» sus criterios.
Ha defendido la existencia de mecanismos para que las variedades no se puedan reproducir ilegalmente y no se puedan vulnerar los derechos del obtentor, lo que acaba devaluando el producto y origina competencia desleal.
La regularización de la variedad puede crear conflictos como el existente entre la Nadorcott y la Tango, en el cual los tribunales tendrán que determinar si la segunda es esencialmente derivada de la primera o no.
Según Grau, para desarrollar de manera adecuada un sistema de variedades protegidas se debe crear un mapa varietal donde se limiten las producciones para no saturar el mercado, y diversificar.
«Es un campo donde se puede trabajar y obtener muchos resultados», según Grau, que resalta las ventajas de las nuevas variedades protegidas: buen contenido de sabor, buenas características organolépticas, no susceptibilidad a alteraciones fisiológicas y buen comportamiento en los mercados.