Desmantelada en Valencia una organización por estafa de productos cítricos
Durante la operación policial, denominada 'Scalibur', se ha podido localizar a 150 perjudicados, aunque la cifra podría superar los 300 afectados en toda la provincia de Valencia, con operaciones económicas cercanas a los 4 millones de euros.
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La Guardia Civil ha desmantelado una organización criminal dedicada a la estafa de productos cítricos en la provincia de Valencia al detener a siete personas que integraban un entramado que permitió estafar algo más de cuatro millones de euros a unos 300 agricultores.
Fuentes de la Guardia Civil han informado de que los detenidos, de nacionalidad española, armenia y rumana, tienen edades comprendidas entre los 28 y los 52 años, y se les atribuye los delitos de estafa, blanqueo de capitales, falsificación documental, insolvencia punible, contra la hacienda publica y pertenencia a organización criminal.
Durante la operación policial, denominada ‘Scalibur’, se ha podido localizar a 150 perjudicados, aunque la cifra podría superar los 300 afectados en toda la provincia de Valencia, con operaciones económicas cercanas a los 4 millones de euros.
En la operación se han realizado 6 registros domiciliarios en las poblaciones de Alzira, Gandia y Llauri donde se ha intervenido 13 vehículos, numerosas joyas y dinero en efectivo, y además se han bloqueado varios inmuebles por un valor cercano a un millón de euros. Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de febrero cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que varias personas habían sido víctimas de estafas relacionadas con la compra-venta de naranjas. Las actuaciones realizadas pusieron al descubierto un entramado de empresas que realizaba contratos fraudulentos con agricultores.
El cabecilla de la organización concertaba, a través de otro integrante de la organización que hacía de «corredor de naranjas» (intermediario), la adquisición de naranjas de numerosos campos, que posteriormente las vendían a un precio superior al del mercado sin haber pagado al productor.
Posteriormente, mediante un entramado empresarial la organización ocultaba los beneficios obtenidos dejando a las empresas en situación de insolvencia mediante concurso de acreedores, consiguiendo de esta manera no ser detectados cuando eran denunciadas por los agricultores por los impagos.
Al cargo de las empresas se encontraban dos personas que eran los que controlaban la gestión (aunque estaban en la sombra, y no ejercían legalmente ningún cargo). Asimismo, la organización contaba con testaferros que eran los que tenía la titularidad de las empresas para intentar ocultar la identidad de los que realmente realizaban los hechos.
Según la Guardia Civil, las investigaciones policiales han constatado que las estafas se han venido produciendo desde la temporada 2013-2014. La operación ha sido desarrollada por el Puesto Principal de Tavernes de la Valldigna y ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Sueca.
Fuente: Agrodiario.