Cultivar una hectárea de tomate cuesta 50.000 euros
Los cálculos están realizados para el tomate “larga vida” y el tipo “rama”. Aunque el empleo de plantas sin injerto es ya minoritario, en su caso los costes supondrían 47.400 euros por hectárea.
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El coste de producción de un kilo de tomate en invernadero se sitúa entre los 35 y 37 céntimos de euro por kilo, incluidos costes directos, indirectos, gastos generales y mano de obra, tanto la familiar como la asalariada
Cultivar en los invernaderos de Almería una hectárea de tomate tiene unos gastos de 50.000 euros, teniendo en cuenta las variedades “larga vida” y “ramo”, según los datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Aunque ya es minoritario su empleo, para el caso de plantas de tomate sin injerto el coste para una hectárea se sitúa en los 47.400 euros.
El coste de producción de un kilo de tomate en invernadero se sitúa entre los 35 y 37 céntimos de euro por kilo, incluidos costes directos, indirectos, gastos generales y mano de obra, tanto la familiar como la asalariada.
Para la realización de estos cálculos, el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía ha tenido en cuenta los cultivos de ciclo largo en una explotación media de 1,5 hectáreas de cultivo sobre suelo enarenado, contemplando que en más del 60 por ciento de los cultivos se emplea la lucha integrada.
En los gastos se contemplan semillas y semillero (incluido el coste del injerto en su caso); los fitosanitarios con insectos auxiliares, fungicidas, insecticidas, herbicidas, y otros; el agua y energía, contemplando la electricidad y el combustible consumido, tanto en la finca como para el transporte; los suministros, que además de los materiales y utensilios para el cultivo (perchas, rafias, tijeras, trampas cromotrópicas, etcétera), incluyen las colmenas utilizadas para la polinización.
También se han tenido en cuenta para estos cálculos la mano de obra asalariada (incluidos los seguros sociales) y la familiar en su caso, los servicios externos como blanqueo de invernaderos, retirada de restos de cosecha, alquiler de contenedores, reparaciones de maquinaria y estructura, así como gastos generales de asesoría, seguros, análisis de tierra y agua, además de otros gastos varios y de los financieros por intereses de préstamos empleados bien en la compra de la tierra, créditos de campaña y otros.
Igualmente se han contemplado los costes por amortizaciones, bien sean del invernadero, enarenado/sustrato, plástico, instalación de riego, balsa de riego, edificios (caseta riego, almacén) y otras amortizaciones como maquinaria, vehículos…
En cuanto a la mano de obra del agricultor y mano de obra familiar, ha sido calculada a partir de las jornadas medias de trabajo declaradas por el productor en las encuestas para el cultivo y el coste del jornal calculado. El coste del jornal corresponde al sumatorio del importe horario correspondiente a la categoría profesional de peón eventual del «Convenio Colectivo de trabajo en el campo de Almería 2010/11» y los seguros sociales a cargo de la empresa.
Rendimiento
El período productivo tiene una duración de 6 meses y medio, siendo arrancada la plantación a finales de mayo-mediados de junio.
El injerto es una práctica habitual y se ha realizado una diferenciación de costes, en caso de haber optado por plántula injertada o no.
El rendimiento medio del tomate de ciclo largo oscila en el intervalo de 12 a 15 kg/m², y 13,5kg/m² como valor más frecuente obtenido a partir de los datos aportados en las encuestas contrastadas con expertos del sector.
Análisis de costes
La mano de obra supone el 42% del coste total de producción, constituyendo la partida de costes más importante.
En el cultivo del tomate, frente a otros productos, tiene especial importancia la mano de obra familiar, que incluye al propietario y familiares, alcanzando el 40% de la mano de obra total, frente a un 60% de mano de obra asalariada.
En segundo lugar con un 3% menos se sitúan los insumos.
Las amortizaciones se han calculado de acuerdo a los datos aportados por los productores y no corresponden a una amortización teórica, representando el tercer coste en importancia.
La protección contra plagas y enfermedades, junto a la fertilización de la plantación, suponen la mitad del coste en insumos.
El coste del semillero, considerando la opción con injerto, iguala en importancia a la suma del precio pagado por el agua de riego, electricidad y combustible más suministros.
El coste de los abejorros empleados en polinización, materiales y utensilios empleados en la explotación suponen el menor peso en comparación con el resto de partidas.
Cotización del tomate
En la mayor parte de la campaña 2011/2012 que es la que se ha tenido en cuenta en el estudio, las cotizaciones del tomate en ramo son superiores a los precios registrados por el larga vida, y ambas se sitúan por encima de los costes de 0,37€/Kg. para el tomate injertado e incluyendo mano de obra familiar.
El intervalo de beneficio semanal del tomate ramo se sitúa entre un mínimo de 14 céntimos negativos en la semana 21 y 60 céntimos en la semana 3. En el caso del tomate larga vida el intervalo alcanza un mínimo de 14 céntimos negativos en la semana 21 y un máximo de 27 céntimos en la semana 50.
Hay que tener en cuenta que la producción se ralentiza con el frío, coincidiendo con los precios más altos. Este hecho se ha tenido en cuenta en el cálculo del beneficio, partiendo del precio medio ponderado del período productivo que contempla la distribución porcentual del volumen semanal.