AMB advierte a las cooperativas de los riesgos de perder su condición protegida

Las cooperativas agrícolas disfrutan de un régimen de bonificaciones fiscales por su naturaleza jurídica. Sin embargo, en la actualidad se están produciendo episodios en los que las cooperativas están perdiendo su condición de  “protegidas” por algunas cuestiones de interpretación administrativa de la Agencia Tributaria. La consultora almeriense AMB advierte de dichos escenarios dando algunas recomendaciones que eviten a las cooperativas la pérdida de dichos derechos fiscales.

En el impuesto de sociedades el tipo general (no protegido) está hoy día en el 25%. Este tipo baja hasta el 20% en las sociedades catalogadas como ‘protegidas’, techo que aún desciende más para aquellas que tienen otorgada la condición de ‘especialmente protegidas’. En este caso existe una bonificación del 50% (no concurre la bonificación en el supuesto de las ‘protegidas’), de modo que estas empresas tienen un tipo impositivo ventajoso que pasa del 20% al 10%.

Sin embargo, AMB está constatando que algunas cooperativas están perdiendo el tipo del 10%, ya que la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda, les está quitando dicha condición de fiscalmente protegidas por estimar que el Fondo de Formación y Sostenibilidad no se está destinando a los fines concretos que dicta la ley de cooperativas.

“La Agencia Tributaria está haciendo una interpretación muy estricta de la norma, así que recomendamos a las cooperativas que ante la duda y antes de llevar a la práctica ningún programa en el ámbito del Fondo de Formación y Sostenibilidad, pregunten a la Administración autonómica si dicho proyecto se sujeta estrictamente a la ley de cooperativas”, explica Antonio Alonso, socio fundador de AMB, “es la única vía para que las sociedades cooperativas no se vean perjudicadas perdiendo de manera inesperada su condición de fiscalmente protegidas”.

AMB es la firma consultora andaluza de referencia especialista en el negocio agroalimentario, asesorando a sus clientes en estas materias desde la década de los años 70.

“Abordamos cuestiones de vital importancia para que la gestión en las Cooperativas, SAT, S.A. y S.L. del campo no sea un problema, ya que desde nuestros diferentes departamentos especializados aportamos eficacia a nuestros clientes, optimizando recursos, propiciando bonificaciones y permitiendo que se puedan acoger a todo tipo de ayudas y líneas de crédito”, añade Antonio Alonso.

Dentro del Fondo de Formación y Sostenibilidad hay programas que las cooperativas pueden ejecutar sin riesgo a perder sus bonificaciones, como los cursos de formación en técnicas profesionales para los socios (nuevas tecnologías, ofimática, técnicas de cultura empresarial, etc) o cursos de prevención de riesgos laborales para trabajadores. “Pero en otras cuestiones que puedan despertar alguna duda, recomendamos a las cooperativas que se asesoren bien antes de llevarlos a la práctica”, finaliza Alonso.