Cerezos extremeños más sostenibles

Según ha destacado Global Nature en una nota, la agricultura española, por sus condiciones climáticas y por sus características socioeconómicas, es considerada como uno de los sectores más vulnerables al cambio climático.

Por un lado, el sector agrario emite gases de efecto invernadero (en España supone el 11% de las emisiones), pero, por otro, este sector es el único con capacidad para captar dichos gases.

Esta característica común a toda la agricultura, cobra especial relevancia en un agroecosistema como la dehesa, donde elementos naturales como árboles, arbustos y pastos naturales forman parte de la propia explotación.

La Fundación Global Nature está evaluando las emisiones y comportamiento de las dehesas, y los resultados de las evaluaciones muestran que las dehesas «son un ejemplo de sistema extensivo con una alta eficiencia, único en Europa, donde los árboles y pastos permiten compensar hasta un 30% de las emisiones de la explotación».

A la vista de los resultados, FGN está asesorando a propietarios y gestores de dehesas en Extremadura, con el fin de determinar conjuntamente aquellas medidas más adecuadas para su explotación que les permitan reducir consumos energéticos y emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Este asesoramiento proporciona a los gestores un mejor conocimiento de sus explotaciones desde el punto de vista energético y les permite reducir costes, afirma la Fundación.

Los técnicos de FGN realizan propuestas a dichos gestores para convertir las dehesas en sistemas incluso más eficientes desde el punto de vista climático.

Las propuestas incluyen medidas para incrementar la autonomía alimentaria mediante la auto-producción de alimentos en la explotación.

También se aborda la reducción del uso de combustible mediante medidas como la modificación de itinerarios, técnicas de conducción eficiente de maquinaria agrícola o cambio de dicha maquinaria.

FGN también realiza también actualmente asesoramientos en otras explotaciones extremeñas, como los cerezos del Valle del Jerte y explotaciones de nectarinas en Mérida.

En el caso de los cerezos se trabaja conjuntamente con los gestores para realizar ajustes en la cantidad de fertilizante nitrogenado, aplicación de medidas para la reducción del uso de combustible (como la utilización conjunta de maquinaria).

También se aborda la creación de cubiertas vegetales o la aplicación de técnicas de lucha biológica contra las plagas.