Superando retos en sandía. AGROBORJA
En Agroborja son especialistas en rayada, un tipo que no es fácil de producir en La Mancha debido a las condiciones agronómicas de la zona.
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Hablar de sandía y hablar de Agroborja es prácticamente lo mismo. En esta empresa, ubicada entre Daimiel y Manzanares, son expertos en sandía desde hace un par de décadas, hasta el punto de que, actualmente, es su producto estrella, representando el 80% de su producción con una superficie de 180 hectáreas. Fueron pioneros en la zona en la producción de esta fruta, lo que le ha servido para diferenciarse de la competencia, tal y como explica Antonio Borja, uno de sus socios.
Pero no sólo fueron los primeros en producir sandía en este estas tierras, sino que ahora van mucho más allá, especializándose en la rayada, una tipología que no es fácil de cultivar en La Mancha debido a que las condiciones agronómicas de la zona lo dificultan, de ahí que pocas entidades apuesten por ella. No obstante, en esta empresa están acostumbrados a superar retos y no dudan en arriesgarse con este cultivo: “confiamos en que sabemos hacerlo bien”, asegura Borja.
Junto a la rayada, también trabajan la negra sin semillas: “en ambos tipos ofrecemos la misma calidad, somos especialistas en ello”, afirma Borja quien añade que precisamente por este motivo, este cultivo ha ido creciendo y “lo va a seguir haciendo hasta que se equilibre la oferta con la demanda”. Además, según Borja, aportan un plus más si cabe: “ofrecemos un servicio rápido y ágil, lo que permite que nuestra fruta llegue con la máxima frescura a los mercados”.
Hasta entonces, cuando la oferta y la demanda de sandía se equilibren, este producto va a seguir ganándole terreno al melón gracias a que se ha sabido adaptar a las demandas de los consumidores. Borja añade que hay que trabajar en variedades de melón que tengan un nivel alto de calidad para, “con el tiempo, poder fidelizar al consumidor y que éste lo elija”. En su opinión, una de las grandes soluciones para esta fruta sería que el mercado exterior absorbiera mayor producción de este cultivo. “Si fuésemos capaces de exportar un 20 por ciento del Piel de Sapo que produce España, tendríamos la solución para el sector” explica el representante de Agroborja.
Para ayudar a que esto sea así, la Interprofesional y la Indicación Geográfica Protegida pueden ser dos herramientas que faciliten mucho la recuperación de cuota de mercado por parte del melón. En este sentido, Borja asegura que, con la Interprofesional, “estamos empezando, aunque con los años iremos obteniendo cosas positivas”. En cuanto al sello de la IGP, “puede ayudar a la comercialización, pero debemos aportar siempre calidad”.
Por otro lado, desde Agroborja tienen muy claro que para seguir siendo los mejores es necesario apostar por la mejora de sus instalaciones y de su maquinaria. Por eso, van a construir una nave de 1.800 metros cuadrados con la que seguir dando respuesta a las demandas de sus clientes.
Beatriz Peña