Las altas temperaturas y la sequía, amenazas de la campaña. CAMPO DE LORCA
El consumo de brócoli sigue creciendo, mientras la producción atraviesa cada vez por más dificultades. Entidades como Campo de Lorca desarrollan sus estrategias en programación e innovación para seguir llevando a este sector a lo más alto.
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El panorama que se prevé para la campaña de brócoli parece tener un denominador común en la región murciana: por un lado, incertidumbre sobre si el otoño tendrá las temperaturas propias de esta estación para el buen desarrollo del cultivo, y por otro una estimación de falta de agua para la segunda parte del ejercicio. La división de la campaña en dos fases ya se hizo patente el año anterior, primero con demasiada oferta debido al “veroño” y después con una reducción del volumen que afortunadamente hizo remontar los precios. Por el momento para esta campaña, en Campo de Lorca esperan una producción similar, en torno a 50 mil toneladas de brócoli, pese a las previsiones de los aforos que apuntan a un crecimiento del 10%.
“El año pasado tuvimos un invierno excesivamente cálido, lo que provocó unos picos de producción importantes durante varias semanas, y una resaca después no menor. Debemos anticiparnos a estas circunstancias y mejorar el manejo poscosecha para que estos vaivenes de la producción no afecten al suministro regular a clientes y mercados. Que el clima está cambiando es una realidad que tenemos que aceptar y tener en cuenta en nuestros desarrollos futuros, en todos los ámbitos de la producción”, explica el gerente de Campo de Lorca, Juan Marín Bravo, en relación a la actual campaña. Además de estrategias como esta que menciona, Marín considera que el sector debe trabajar codo con codo con las casas de semillas para poder desarrollar nuevas variedades de brócoli: “Sin duda, necesitamos una mayor variedad de material vegetal que se adapte a las diferentes situaciones climáticas y de terreno, porque lo existente hoy por hoy, aunque es bueno, es insuficiente”. La obtención de mejor color, regularidad en el ciclo, sin tronco hueco, uniformes, más resistentes a Botritis y a otras enfermedades y plagas… son algunas de las demandas, todo con el objetivo de ofrecer un servicio estable y con un producto de calidad a sus clientes.
Nuevas líneas de desarrollo
Además del segmento Bio, introducido hace un par de años en Campo de Lorca y que está adquiriendo cada vez mayor importancia en la empresa, la firma también está consolidando su reciente línea de coliflor, que para esta campaña producirá y comercializará también en ecológico.
En cuanto a formatos, más allá del clásico brócoli a granel con hielo, la entidad apuesta por una nueva línea de termosellado más innovadora que las barquetas de brócoli sin cabeza que llevan comercializando dos años. Parece que el consumidor está preparado para pagar un poco más por un producto procesado, fresco y de la máxima calidad, especialmente en brásicas, donde hay un boom en el consumo, y donde Campo de Lorca se sitúa en primera posición.