La superproducción traerá una campaña complicada
Luis Fernando Rubio. Director de PROCECAM.
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La situación actual en el mercado de cebolla en el contexto europeo es de unos niveles de almacenamiento superiores a los de 2015 cuando los rendimientos fueron más bajos que la media de los últimos años. En comparación con otras campañas, la de 2016 se podría asimilar a la 2014 en que la producción y el almacenamiento eran prácticamente los mismos que los que actualmente existen en la mayoría de los países europeos.
La situación en España es prácticamente idéntica a la europea, aunque en nuestro caso, la ausencia de incidencias climáticas ha permitido unos rendimientos muy superiores a los del año anterior. De hecho, la producción estimada ha aumentado con respecto a 2015 en más del 5%, sobre todo en cebolla tardía con un 8%.
Este aumento de la producción en toda Europa viene como consecuencia de la situación de precios altos que se vivió en 2015, un año marcado por la escasa producción. El “efecto llamada” ha provocado que en esta campaña 2016/17 nos encontremos con aumento de superficie para cebolla y con cultivos de calidad gracias a las buenas condiciones climáticas.
En los próximos meses, el sector se enfrentará al reto de comercializar esta gran producción de cebolla en un mercado mundial bien abastecido y en el que no existen alternativas de demandas. Diferenciar nuestro producto vía calidad y acceder a nuevos mercados con dicha diferenciación parece ser la única respuesta posible a corto plazo para conseguir una comercialización que evite fuertes pérdidas.
Todo apunta para este comienzo de 2017 que la cebolla temprana coincidirá en su comercialización con la cebolla todavía almacenada, por lo que va a ser complicado en lo referente a precios. Para la de medio grano los datos de siembras muestran una tendencia a mantener superficies con respecto a 2016, mientras que para las variedades tardías todavía es pronto para realizar una estimación de superficie.