“El esfuerzo conjunto del sector ha sido clave para afrontar las dificultades” ASEDAS
La sección de frescos, con las frutas y las hortalizas a la cabeza, se ha convertido en una pieza clave de la recuperación del consumo en los lineales de los supermercados.
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El año 2015 supuso un ligero repunte del consumo en los hogares respecto a 2014, y se espera que el presente año consolide esta tendencia. ¿Hay optimismo en el sector?
El año pasado fue el del inicio de una recuperación lenta pero progresiva del consumo y esta tendencia continúa en 2016. Por este motivo, desde ASEDAS estamos confiados en que podamos seguir afrontando las dificultades y consigamos que la confianza del consumidor siga por este camino. La estabilidad es clave para dar confianza, la recuperación y las expectativas positivas. Creemos que debemos seguir trabajando todos para que los síntomas positivos de la economía se refuercen, y nuestro sector está ayudando a ello. España cuenta con una gran cadena agroalimentaria que representa el 8,4% del PIB y es el segundo sector económico del país tras el turismo.
El pasado año se abrieron en España cerca de 1.000 establecimientos de autoservicio y supermercados. ¿Es una muestra de que todo va mejor?
El esfuerzo conjunto del sector ha sido clave para afrontar las dificultades y conseguir que la confianza del consumidor se vaya recuperando. Esto es lo que hace que se abran nuevos puntos de venta. Hoy, la mayoría de los establecimientos de alimentación que se abren son supermercados, muchos de ellos de mediano tamaño, que vienen a dar servicio a personas con nuevas necesidades, en nuevos barrios, o a consumidores de más edad que necesitan comprar cerca de casa. El supermercado aporta ventajas en la vertebración de las ciudades y reduce los desplazamientos en transporte privado.
Cada vez existe una mayor apuesta de los supermercados por la sección de frescos. En este sentido, ¿qué papel tienen las frutas y las hortalizas en la cesta de la compra?
Las empresas de supermercados de ASEDAS trabajan día a día por ofrecer un surtido adaptado a las necesidades y demandas de los consumidores, donde los productos frescos, entre ellos frutas y hortalizas, ocupan un papel crucial en el desarrollo de su actividad. Las frutas y hortalizas son productos esenciales que no pueden faltar en el lineal ya que su ausencia provoca, no sólo la pérdida de la venta, sino la del resto de la compra. Además, conviene tener en cuenta que los productos frescos representan una marca de calidad en sí mismos.
Las frutas y las hortalizas están evolucionando hacia nuevos formatos, que facilitan el aumento del consumo. ¿Cómo está repercutiendo en las ventas la introducción de este tipo de innovación en el sector?
Cualquier innovación que es reclamada y aceptada por el consumidor se encuentra en los supermercados. Las nuevas tendencias suelen partir del propio cliente y si procede del sector primario también se estudian y se analizan. De hecho, la introducción de nuevas variedades de frutas o de hortalizas vienen del sector primario, siendo aceptadas y muy vendidas por la distribución. Un ejemplo claro es el caso de la cuarta y quinta gama en verduras y hortalizas, o de frutas preparadas.
Según el Magrama, cada año se desperdician 7,7 millones de toneladas en España. ¿Cómo intentan los supermercados minimizar la merma de productos?
La distribución es el eslabón de la cadena agroalimentaria donde se produce menos desperdicio, pero estamos absolutamente comprometidos para seguir mejorando. Es un reto muy importante porque hay que tener en cuenta muchas variables, por lo que hemos optado por compartir ideas y diseñar estrategias conjuntas, que sin duda están dando frutos y logrando que se reduzcan las cifras de desperdicio. Por ejemplo, se han desarrollado tecnologías para hacer el pedido a tienda de una forma más eficiente y asegurar que llega exactamente lo que se va a vender. También ha mejorado muchísimo la capacidad de donación de productos a los Bancos de Alimentos. Igualmente, hay que recordar que, por encima de todas las posibles estrategias, está garantizar la seguridad alimentaria de los productos. Encajar todo ello es una labor difícil y el sector está volcado en ella.