“El valor añadido nos garantizará la rentabilidad”
En la Cooperativa San Isidro El Santo son conscientes de que es necesario frenar el empuje de los intermediarios extranjeros, que compran a granel para luego comercializarlo ya envasado. Ofrecer ese valor añadido es su única alternativa.
Comparte
El sector del ajo español vuelve a cerrar la campaña con una sensación agridulce. A pesar de contar con una buena producción, tanto en volumen como en calidad, los resultados económicos obtenidos no han sido los esperados. Quizás ese exceso de oferta, sin regular ni controlar, la amenaza siempre latente de las importaciones de ajo chino, y el papel cada vez más determinante de los importadores italianos, ha generado un escenario donde los más perjudicados han sido los propios productores y comercializadores españoles. “Cada vez exportamos más producto a granel a Italia, donde se envasan nuestros ajos, para comercializarlos posteriormente en Europa. El valor añadido se lo lleva ese país. Debemos romper esta tendencia, y aunque es complicado ganarle mercado a los italianos, no tenemos otra opción”, nos explica Agustín Ortiz, presidente de la Cooperativa San Isidro El Santo.
Pero no es tarea fácil, reconoce Miguel Ángel Hoyos, su nuevo gerente. “Debemos comercializar directamente productos envasados, con valor añadido. Sólo así podremos frenar a esos intermediarios y defender precios correctos que nos garanticen la rentabilidad para nuestros asociados”.
Defensa del Ajo Morado
La escasa rentabilidad de los últimos, está llevando al producto a cultivar tipologías de ajo que sí parecen defenderse bien en los mercados. El ajo Spring resulta ahora más atractivo para el agricultor, pues además de mayor rendimiento por hectárea, su precio está cada vez más próximo al del ajo morado. “La demanda de Spring está aumentando, y el agricultor quiere aprovechar esta coyuntura”, nos expone el gerente. Para hacer frente a esta tendencia, los responsables de la cooperativa reclaman una mayor implicación de todo el sector en defensa del ajo morado, además de una nueva orientación de las acciones que se están llevando a cabo, pues aunque es cierto que sus costes de producción son más elevados, también sus cualidades organolépticas son superiores, y si el consumidor lo conoce, terminará valorándolo, repercutiendo en mayor rentabilidad para el sector.
Además de los retos apuntados hasta ahora, como son potenciar líneas directas de comercialización con la distribución, y difundir ante los consumidores las bondades del ajo morado, la Cooperativa se marca como objetivo iniciar en esta campaña la venta de ajo negro: “Se trata de ofrecer valor añadido, y esta es una buena forma de comenzar a hacerlo”, añade Hoyos.