El consumo de calabaza va a seguir creciendo en Europa. CAMPOLOR
Si podemos comparar el crecimiento de la calabaza con algún otro producto, ese es el brócoli. Con un consumo residual hasta hace unos años, hoy día la realidad es muy diferente, gracias a las mejoras varietales y un plan orgánico de comunicación.
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Consumo y crecimiento
La expansión de la calabaza en los últimos años se ha debido, principalmente, a la variedad Butternut, “una revolución”, como la define Juan Francisco Guevara, director general de Campolor. Se trata de una calabaza muy dulce y cerrada, con un alto nivel de aprovechamiento. También ha sido clave la campaña de marketing puesta en marcha por la asociación Love Klabaza, que ha conseguido crear un clúster que reúne a todos los productores del sector.
Desde la asociación se trabaja en la divulgación, para que el consumidor tenga toda la información sobre cómo utilizarla o conservarla. “En condiciones normales, y con el trabajo que están haciendo todos los productores, me atrevería a decir que, en dos o tres años, el consumo se duplicará”, asegura Guevara basándose en cómo, en la última década, su compra se ha multiplicado por diez.
Campaña
En 2021 hubo una superproducción de calabaza, fue un año difícil para los productores. Sin embargo, en este, los volúmenes han vuelto a sus niveles habituales y desde Campolor quieren volver a liderar el mercado.
En estos momentos, la compañía comercializa en torno a 1,5-2 millones de kilos de calabaza, de los que el 90% es producción propia e importan apenas un 7-8% en alguna época del año para ofrecer producto los 12 meses. De este modo, pueden abastecer nuevos mercados en Europa, Emiratos Árabes o Dubai, donde obtienen mejores cotizaciones.
“En dos o tres años, el consumo de calabaza se habrá duplicado”
La falta de agua es otro de los factores que va a influir en la campaña. Los productores están teniendo problemas para encontrar zonas con un clima favorable, ya que, en Murcia, como comenta Guevara, “hay cada vez más restricciones”.
Como solución, el sector trabaja en una constante renovación varietal para lograr calabazas más resistentes, con mejor conservación, e intentar evitar la importación de terceros países, logrando 12 meses con producción propia. “Tener calabaza nacional todo el año dará lugar a un mayor consumo, necesitamos esa constancia para enseñar al consumidor como estrategia de marketing indirecto”, concluye Guevara.
